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2017: Un año negro para el Patrimonio Cultural Valenciano

Buenas tardes blogger@s,

en la primera entrada del recién inaugurado 2018 queremos hacer un repaso a una serie de sucesos que han marcado el devenir de nuestro patrimonio cultural durante el año 2017.

En cuanto a nivel de actos vandálicos, pintadas y otra serie de destrozos, podemos afirmar que 2017 ha sido nefasto para la ciudad de Valencia. 

Desafortunadamente ha habido un repunte y un incremento considerables en ataques a monumentos y edificios protegidos y parece que la situación va a ir a más, a tenor de los últimos acontecimientos acaecidos durante los meses de noviembre, diciembre y enero.

La ausencia de políticas activas en materia de prevención, concienciación y sanciones está alimentando una sensación de impunidad que está siendo aprovechada al máximo por unos delincuentes que comprueban que sus tropelías y delitos contra el patrimonio quedan libres de toda pena y castigo.

Y aunque consideramos positivo que se estén limpiando las pintadas prácticamente de forma inmediata, insistimos en esta limpieza a posteriori y a costa del dinero del contribuyente no es la solución para atajar esta situación tan crítica.

Hemos solicitado por activa y por pasiva al Ayuntamiento de Valencia una serie de medidas preventivas y disuasorias tal y como la instalación de cámaras de vídeo vigilancia en los monumentos, museos y edificios de titularidad pública y conectadas a una sala de control de la Policía Local de Valencia. La sola presencia de las mismas y la posibilidad de poder enviar una patrulla inmediatamente y en el mismo momento del atentado patrimonial permitiría coger in fraganti a los responsables y aplicar el Código Penal, tal y como se hace en otras ciudades de España y Europa.

También se impone la necesidad de implantar los trabajos comunitarios y aumentar las sanciones económicas contra todos aquellos que alteren, dificulten, degraden o atenten contra la convivencia, el mobiliario urbano, el patrimonio cultural, la salud, el ornato público. Los responsables deben pagar de su bolsillo los daños ocasionados. En ningún caso se puede permitir que las reparaciones sean pagadas una y otra vez por los impuestos de los contribuyentes.

Otra medida posible sería iniciar un proceso administrativo y legal para que el Ayuntamiento de Valencia disponga de personal propio, de una brigada especial, a fin de acometer con la debida celeridad y profesionalidad las tareas de vigilancia e inspección activas.

Ciudades como Salamanca tienen un plan contra el vandalismo que podría ser perfectamente adaptado a nuestra ciudad. No hay excusa pues para seguir con esta actitud pasiva de dejar hacer y limpiar después. Está resultando muy perjudicial para nuestro patrimonio y bolsillos.

Como resumen de algunos de los edificios martilleados por los esprays de estos delincuentes se puede resumir en algunos de los siguientes: 

- La Alquería de Barrinto (BRL) en el Parque de Marxalenes, cuando no el mobiliario urbano y otras instalaciones del propio parque, ha sido víctima de numerosas pintadas que han tenido que ser limpiadas una y otra vez.

- El Refugio antiaéreo de la Calle Serranos (BRL). Días después de ser pintada y recuperada su fachada principal, apareció pintarrajeada y ensuciada.

- La Real Basílica de la Virgen (BIC) fue víctima de varias pintadas en el mes de marzo.

- Los Puentes Históricos de Valencia, BRL (Puente del Mar, del Real, de la Trinidad, de Serranos y de San José) y los pretiles del antiguo cauce del río Turia han sido machacados durante todo el año. Una y otra vez.

- Las Torres de Quart (BIC) fueron pintadas a finales de agosto. Cuando las limpiaron en septiembre entró en servicio por primera vez la contrata de limpieza del Ayuntamiento de Valencia.

- Ciutat Vella ha sido testigo de más de una veintena de pintadas en numerosas esquinas de edificios antiguos. Entre ellos cabe señalar la Lonja de los Mercaderes (Patrimonio de la Humanidad), la Iglesia de Santa Catalina Mártir (BIC) o el Palacio de Forcalló (Sede del Consell Valencià de Cultura), además de innumerables esquinas de edificios e inmuebles privados. Todo ello a partir del mes de noviembre de 2017.

- Durante el mes de diciembre han sido objeto de pintadas edificios protegidos como la Estación del Grao (BRL), las Torres de Serranos (BIC), La puerta de entrada a los Jardines del Real o Viveros (BRL), las esfinges del Pont de Fusta, y víctimas del fuego como la puerta románica de la Catedral de Valencia (BIC) y, esta misma semana, las Torres de Quart (BIC).

Esperamos que haya un cambio de rumbo en nuestro consistorio y que en 2018 se pongan todas las medidas necesarias para acabar de una vez con todas con esto. No se puede seguir siendo tan permisivo.

Un saludo...

Levante-Emv (Gerard S.Ferrando)

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