Hola bloggeros,
"Dit i fet". Si ayer aparecía en la prensa valenciana (Levante, Las Provincias...) las deficiencias en el mantenimiento y reparación de los medios audiovisuales en los museos del Ayuntamiento de Valencia, hoy es el turno de las promesas y compromisos. Fuentes del propio ayuntamiento aseguran que en un mes estará todo resuelto, tras más de un año de brazos continuos. Y es que solo hace falta que la noticia salga en prensa y que la oposición pida cuentas al respecto para que la cosa se mueva.
Lamentablemente la burocracia, algunos funcionarios (para no generalizar, ya que los hay y muy competentes además) y la clase política en general (independientemente del partido político que gobierne) funcionan así. Pasan olímpicamente de este tipo de problemas hasta que alguien le recuerda que es su obligación y que forma parte de las funciones que deben desempeñar en su puesto de trabajo.
A raíz de este tema nos surge la siguiente pregunta: ¿cuantas deficiencias y problemas graves no denunciados estará padeciendo el patrimonio, los museos y la cultura valenciana sin que nadie haga nada porque nadie lo exige? Tiempo al tiempo.
Un saludo...
-------------------------------------------------------------------------------------------------
Fuentes del Ayuntamiento de Valencia confirmaron ayer a LAS PROVINCIAS que tienen constancia de la inutilidad de la mayoría de las instalaciones audiovisuales del Museo de Historia, un espacio museográfico concebido como un recinto de vocación audiovisual e interactiva que para su inauguración en 2003 se invirtieron cerca de seis millones de euros (más de 1,2 millones en urbanizar el entorno del edificio y habilitar la sala Hipóstila; y 4,7 en contenidos de última generación tecnológica en material visual).
Desde el Consistorio existe el compromiso de arreglar los proyectores, de reprogramar las 'máquinas del tiempo', de reparar las instalaciones averiadas de la mediateca y de reponer el material necesario para que vuelva a funcionar la sala de cine, un conjunto de equipos estropeados que merman el potencial del museo, tal y como avanzó ayer LAS PROVINCIAS.
El precio de la reposición roza los 60.000 euros, y desde el Ayuntamiento se espera haber subsanado las averías en el plazo de un mes. «Es una instalación de alta tecnología, de los primeros proyectos de este tipo puestos en marcha en España», señalaron fuentes municipales, que reconocieron la necesidad de mejorar «algún material, adaptar y renovar los programas». Estaba previsto que se acometiesen las reparaciones el pasado mes de marzo. Sin embargo, los técnicos señalaron la necesidad de no parchear el recinto, y se elaboró un estudio para ver cómo actualizar la mecánica y los soportes informáticos con el fin de mejorar la información que se da al visitante.
El estudio está actualmente en la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Valencia, y se espera que antes de un par de semanas se produzca la adjudicación de la actuación. El elevado coste de los equipos audiovisuales y de su renovación ha precisado de que la reparación se ejecutase a través de un concurso público. «No se ha producido una dejadez, sino que los técnicos aseguraron que poner parches era tirar el dinero», indicaron las mismas fuentes.
No obstante, el tiempo prudencial entre la avería de los aparatos y la decisión de repararlos puede haberse rebasado con creces. Fuentes del Museo de Historia de Valencia aseguraron que algunas proyecciones llevan sin funcionar cerca de un año, mientras que el resto del material permanece inutilizado cerca de medio año.
«La situación del Museo de Historia es de fuera de servicio. No ofrece los mínimos estándares de calidad que requiere un espacio como ese, y sigue recibiendo visitas, con los colegios como principales usuarios de unas instalaciones inutilizadas», señaló ayer Juan Soto, concejal del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, para quien todo se resume «en un problema de concepción, ya que los museos tecnológicos precisan de un mantenimiento y seguimiento de ese material tecnológico. Si no hay previsión presupuestaria, voluntad política de abordar el seguimiento de los fondos museográficos, se termina en una situación como la actual, pues se trata de un museo distinto al de otros recintos estáticos, de contenidos que no precisan de mantenimiento».
Reclamaciones
El Museo de Historia de Valencia está entre los diez más visitados de la oferta museográfica municipal. En 2008 recibió 39.000 visitas, más de un centenar cada día. Esta semana fueron varios los colegios que pasearon por sus instalaciones averiadas. Fuentes del espacio museístico indicaron que el actual estado del material ha propiciado más de una reclamación durante los últimos meses.
«No es un problema que se esté produciendo en los últimos días, sino que lleva ocurriendo meses, una serie de fallos acumulados y motivados por la dejadez. El museo se presentó en 2003 con mucha alegría y ahora es un juguete roto. El recinto se devalúa por las averías que, además, contribuyen a que las visitas no incrementen, y un museo de este tipo, con la presencia continua de escolares, no debería de registrar menos de 100.000 visitantes al año, mientras que actualmente no llega ni a la mitad», denunció Soto, quien además subrayó que «del Museo de Historia se han retirado la Sagrada Familia de Juan de Juanes, que se ha llevado al despacho de la alcaldesa, y el retablo del Juicio Final, pintado por Vrancke Van der Stock , que está en otro recinto. Es una degradación de los contenidos, una dispersión de los atractivos del museo».
La exposición permanente del espacio museográfico está dedicada a la historia de Valencia, dividida en ocho periodos o bloques. En cada uno de ellos hay expuesta una colección de objetos, documentos y obras de arte representativa de su época, y todo eso se apoya en una docena de proyecciones referentes a distintos momentos históricos o retratos costumbristas de la ciudad. Se trata de la joya de los fondos expositivos (por su carácter innovador) del museo, la mitad están «Fuera de servicio. Disculpen las molestias», según rezan los múltiples carteles de papel que tapan las pantallas táctiles mediante las cuales se debería de acceder a los contenidos audiovisuales.
Desde el Consistorio existe el compromiso de arreglar los proyectores, de reprogramar las 'máquinas del tiempo', de reparar las instalaciones averiadas de la mediateca y de reponer el material necesario para que vuelva a funcionar la sala de cine, un conjunto de equipos estropeados que merman el potencial del museo, tal y como avanzó ayer LAS PROVINCIAS.
El precio de la reposición roza los 60.000 euros, y desde el Ayuntamiento se espera haber subsanado las averías en el plazo de un mes. «Es una instalación de alta tecnología, de los primeros proyectos de este tipo puestos en marcha en España», señalaron fuentes municipales, que reconocieron la necesidad de mejorar «algún material, adaptar y renovar los programas». Estaba previsto que se acometiesen las reparaciones el pasado mes de marzo. Sin embargo, los técnicos señalaron la necesidad de no parchear el recinto, y se elaboró un estudio para ver cómo actualizar la mecánica y los soportes informáticos con el fin de mejorar la información que se da al visitante.
El estudio está actualmente en la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Valencia, y se espera que antes de un par de semanas se produzca la adjudicación de la actuación. El elevado coste de los equipos audiovisuales y de su renovación ha precisado de que la reparación se ejecutase a través de un concurso público. «No se ha producido una dejadez, sino que los técnicos aseguraron que poner parches era tirar el dinero», indicaron las mismas fuentes.
No obstante, el tiempo prudencial entre la avería de los aparatos y la decisión de repararlos puede haberse rebasado con creces. Fuentes del Museo de Historia de Valencia aseguraron que algunas proyecciones llevan sin funcionar cerca de un año, mientras que el resto del material permanece inutilizado cerca de medio año.
«La situación del Museo de Historia es de fuera de servicio. No ofrece los mínimos estándares de calidad que requiere un espacio como ese, y sigue recibiendo visitas, con los colegios como principales usuarios de unas instalaciones inutilizadas», señaló ayer Juan Soto, concejal del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, para quien todo se resume «en un problema de concepción, ya que los museos tecnológicos precisan de un mantenimiento y seguimiento de ese material tecnológico. Si no hay previsión presupuestaria, voluntad política de abordar el seguimiento de los fondos museográficos, se termina en una situación como la actual, pues se trata de un museo distinto al de otros recintos estáticos, de contenidos que no precisan de mantenimiento».
Reclamaciones
El Museo de Historia de Valencia está entre los diez más visitados de la oferta museográfica municipal. En 2008 recibió 39.000 visitas, más de un centenar cada día. Esta semana fueron varios los colegios que pasearon por sus instalaciones averiadas. Fuentes del espacio museístico indicaron que el actual estado del material ha propiciado más de una reclamación durante los últimos meses.
«No es un problema que se esté produciendo en los últimos días, sino que lleva ocurriendo meses, una serie de fallos acumulados y motivados por la dejadez. El museo se presentó en 2003 con mucha alegría y ahora es un juguete roto. El recinto se devalúa por las averías que, además, contribuyen a que las visitas no incrementen, y un museo de este tipo, con la presencia continua de escolares, no debería de registrar menos de 100.000 visitantes al año, mientras que actualmente no llega ni a la mitad», denunció Soto, quien además subrayó que «del Museo de Historia se han retirado la Sagrada Familia de Juan de Juanes, que se ha llevado al despacho de la alcaldesa, y el retablo del Juicio Final, pintado por Vrancke Van der Stock , que está en otro recinto. Es una degradación de los contenidos, una dispersión de los atractivos del museo».
La exposición permanente del espacio museográfico está dedicada a la historia de Valencia, dividida en ocho periodos o bloques. En cada uno de ellos hay expuesta una colección de objetos, documentos y obras de arte representativa de su época, y todo eso se apoya en una docena de proyecciones referentes a distintos momentos históricos o retratos costumbristas de la ciudad. Se trata de la joya de los fondos expositivos (por su carácter innovador) del museo, la mitad están «Fuera de servicio. Disculpen las molestias», según rezan los múltiples carteles de papel que tapan las pantallas táctiles mediante las cuales se debería de acceder a los contenidos audiovisuales.
Fuente: Las Provincias