Buenas noches bloggeros,
nuestra compañera de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, Talía, nos ha enviado un interesantísimo artículo sobre la presencia de plantas y arbustos en los muros, cornisas y tejados de muchos de los edificios y monumentos de la ciudad de Valencia y la degradación que producen en los mismos.
Un fantástico análisis que pone en evidencia la falta de diligencia de la administración pública valenciana.
Un saludo...
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En más de una ocasión hemos denunciado en este blog la presencia de plantas y arbustos en las fachadas y tejados de algunos de los monumentos de nuestro tan desdichado patrimonio. Puentes históricos sobre el cauce del Turia, fachadas de iglesias, palacios y otros conjuntos arquitectónicos sufren a menudo este problema, el cual es muy perjudicial porque en ocasiones las plantas permanecen en los muros de estos bienes culturales durante muchos meses o años ante la dejadez de los responsables encargados de su mantenimiento. Hoy no vamos a añadir un ejemplo más a la lista de denuncias, sino que vamos a hacer un breve repaso de cómo se desarrollan y cuáles son los daños que originan a fin de llamar a la puerta de la responsabilidad y la competencia de la Delegación de Cultura.
La luz, el oxígeno, el dióxido de carbono y el agua son los parámetros ambientales que ocasionan el desarrollo de organismos. Aunque cualquier sustrato pétreo puede ser atacado biológicamente, son los materiales pétreos expuestos a la intemperie los más susceptibles de ser colonizados por organismos biológicos. Este factor de deterioro está supeditado a la composición mineralógica y su porosidad, a la exposición e inclinación, al macroclima y al microclima del ambiente de conservación.
Los primeros microorganismos que colonizan el material pétreo son las bacterias, cianobacterias, algas y hongos, quienes facilitan el asentamiento de otras especies más complejas como líquenes, plantas inferiores (musgos y hepáticas) y plantas superiores (herbáceas, arbustivas y arbóreas).
Centrándonos en las plantas, la degradación que ejercen es principalmente de naturaleza química (producen sustancias químicas agresivas que descomponen y oxidan el material) y de naturaleza mecánica (el crecimiento de raíces ocasionan presiones que se manifiestan en la formación de grietas, cambios de coloración, fragmentaciones y pérdida de material), además de la evidente alteración estética.
Las plantas inferiores suelen asentarse en soportes permeables como morteros debido a la existencia de un transporte de agua y a sales en solución. Por su parte, las plantas superiores suelen desarrollarse en zonas del sustrato pétreo donde se posan las semillas, especialmente, en fisuras o grietas donde quedan retenidas y existen partículas orgánicas propicias para servir de alimento a la planta en su desarrollo. Éstas deben su presencia en el sustrato pétreo, la mayoría de ocasiones, al transporte de polen por acción del viento, a la deposición de los excrementos de aves (con semillas no digeridas) y a las semillas adheridas y transportadas en las patas de estos animales.
Para erradicar las plantas es conveniente secarlas mediante productos químicos, pues su eliminación manual resulta inútil si dentro de la superficie pétrea quedan raíces. Los trabajos de limpieza y mantenimiento con biocidas, ya sean desinfectantes o pesticidas (bactericidas, fungicidas, algicidas y herbicidas), llevados a cabo por el Ayuntamiento de Valencia brillan tanto por su ausencia que no sería de extrañar que una de las siete maravillas del mundo antiguo se manifestara más de veintiséis siglos después en nuestra ciudad, y conociendo las pocas y malas artes de nuestro consistorio, capaces serían de hacerse los suecos y justificar estos Jardines Colgantes como una ampliación del Bioparc.
Iglesia de los Santos Juanes. Portada lateral |
Portada principal de la Iglesia de los Santos Juanes |
Puente de la Trinidad |
Puente del Mar
Fotografías realizadas por Talia
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