Buenas tardes,
hoy tenemos una muy buena noticia sobre una próxima exposición que tendrá lugar en la Lonja de Valencia a finales del próximo año. Se trata de una muestra sobre telas (y otros objetos como joyas, manuscritos, etc) procedentes de la Hispanic Society de Nueva York que están siendo restauradas por el Ivacor. Además, en enero, la Hispanic Society enviará a la Comunitat Valenciana los libros del gremio de velluters para la exposición de finales del 2010.
De momento toca esperar, deseosos por poder contemplar ya las magníficas telas del siglo XV, así como los manuscritos del gremi de velluters de Valencia.
Saludos...
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Las obras de arte exigen un cuidado exquisito. Hoy ningún coleccionista cedería un lienzo o una escultura sin garantías suficientes de que no va a sufrir ningún daño. Algunas instituciones son más exigentes: prestan las piezas a cambio de que regresen mejor. En este último grupo se enmarca la Hispanic Society de Nueva York, que ha encontrado en el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (Ivacor) su particular panacea para los males que acusan sus tesoros.
Confían en el trabajo de los restauradores valencianos no sólo para recuperar los 14 murales de 'Visión de España' de Joaquín Sorolla, sino también para los tejidos y las prendas que revisten mayor delicadeza, como la seda. Los técnicos del Ivacor están recuperando el color, la textura y el material de indumentaria religiosa y litúrgica que pertenece a los fondos de la Hispanic Society.
El trabajo comenzó hace dos años. Una visita a la sede de la entidad americana sirvió para comprobar el estado de las casullas, telas, capas pluviales, dalmáticas, cortinajes, colgaduras y terciopelos labrados. Las prendas, posteriormente, serán expuestas en una exposición en la Lonja de Valencia prevista para finales de 2010.
El estado de deterioro de las 22 prendas es irregular. La institución que fundó Archer M. Huntington conservaba las telas aisladas en cristal. Así se mantuvieron un siglo, pero antes habían sufrido numerosos desgarros y descosidos. Los técnicos del Ivacor han reparado una pieza con hasta 60 fragmentos.
Una de las prendas que ha presentado una restauración más laboriosa es una cortina de cuatro metros por 2,4 metros del siglo XV. El cortinaje, además de parches y remiendos, presentaba numerosos desgarros porque al tejido se le habían introducido hilos metálicos para aumentar la rigidez de la prenda. También registraba una leve decoloración y rastros de suciedad. Todo ha sido subsanado por los restauradores valencianos. Que no están solos. La conservadora jefe del Metropolitan neoyorquino colabora con los técnicos del centro.
Los trabajos que los restauradores valencianos desarrollan con las prendas son objeto de interés en Nápoles y Copenhague. Así, la recuperación de las prendas se expuso el pasado septiembre en un congreso en la ciudad italiana y el próximo abril se abordará en Dinamarca.
El cortinaje podría haber sido empleado para la decoración de una iglesia o de un palacio noble de la época. La Hispanic Society no dispone de más datos sobre el origen de la cortina, salvo su procedencia europea. Sin embargo, los análisis del Ivacor cercarán la pista geográfica tras el análisis técnico del material, tinte y punto de ligadura.
Desde el instituto que dirige Carmen Pérez apuntan que en aquella época Génova y Valencia eran las 'fábricas telares' de Europa. Empleaban las mismas máquinas, no tenían más competencia, aunque la capital del Turia destacaba como el centro sedero más importante del continente.
Telas y manuscritos
La muestra de telas de la Hispanic Society se enriquecerá con algunas de las joyas italianas de la Colección Mariano Fortuny en Venecia, y del Museo Poldi Pezzoli, de Milán. Fortuny fue el creador de hermosos vestidos de la Belle Époque, que llevaron figuras legendarias como Isadora Duncan, Sarah Bernhardt, Eleanora Duse o Peggy Guggenheim.
La entidad americana tiene constancia de que Hungtington adquirió las piezas a través de Madrazo, tío de Mariano Fortuny. De ahí el interés de traer a Valencia la indumentaria que ahora se sitúa en ciudades italianas.
La exposición, además, contará con la historia escrita de la seda. En enero, la Hispanic Society enviará a Valencia los volúmenes, del siglo XV, que recogen las normas y ordenanzas gremiales pertenecientes al Gremio de Velluters o Sederos de Valencia, creado en 1479 y que en 1686 se convertiría en el Colegio del Arte Mayor de la Seda.
Entre ellos destaca uno, el más antiguo conservado, un manuscrito miniado -en la primera hoja del documento incluye una capitular con la imagen de San Jerónimo- y encuadernado en cuero con estampaciones finas de la cofradía de San Jerónimo, donde se deja constancia de los primeros estatutos del gremio de tejedores de terciopelo promulgados en 1479. Las ordenanzas manuscritas que volverán temporalmente a Valencia recogen el más mínimo detalle sobre el oficio del sedero: cuál era la forma correcta de hilar, cómo se debía lavar la seda...
El fundador de la Hispanic se hizo con estos documentos en una subasta celebrada a finales del siglo XIX. La puja tuvo lugar en París, donde es posible que los fondos llegaran mucho antes. Posiblemente, la institución gremial optó por dar salida a algunos de sus bienes para poder dar un respiro a sus cuentas.
Las obras de arte exigen un cuidado exquisito. Hoy ningún coleccionista cedería un lienzo o una escultura sin garantías suficientes de que no va a sufrir ningún daño. Algunas instituciones son más exigentes: prestan las piezas a cambio de que regresen mejor. En este último grupo se enmarca la Hispanic Society de Nueva York, que ha encontrado en el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (Ivacor) su particular panacea para los males que acusan sus tesoros.
Confían en el trabajo de los restauradores valencianos no sólo para recuperar los 14 murales de 'Visión de España' de Joaquín Sorolla, sino también para los tejidos y las prendas que revisten mayor delicadeza, como la seda. Los técnicos del Ivacor están recuperando el color, la textura y el material de indumentaria religiosa y litúrgica que pertenece a los fondos de la Hispanic Society.
El trabajo comenzó hace dos años. Una visita a la sede de la entidad americana sirvió para comprobar el estado de las casullas, telas, capas pluviales, dalmáticas, cortinajes, colgaduras y terciopelos labrados. Las prendas, posteriormente, serán expuestas en una exposición en la Lonja de Valencia prevista para finales de 2010.
El estado de deterioro de las 22 prendas es irregular. La institución que fundó Archer M. Huntington conservaba las telas aisladas en cristal. Así se mantuvieron un siglo, pero antes habían sufrido numerosos desgarros y descosidos. Los técnicos del Ivacor han reparado una pieza con hasta 60 fragmentos.
Una de las prendas que ha presentado una restauración más laboriosa es una cortina de cuatro metros por 2,4 metros del siglo XV. El cortinaje, además de parches y remiendos, presentaba numerosos desgarros porque al tejido se le habían introducido hilos metálicos para aumentar la rigidez de la prenda. También registraba una leve decoloración y rastros de suciedad. Todo ha sido subsanado por los restauradores valencianos. Que no están solos. La conservadora jefe del Metropolitan neoyorquino colabora con los técnicos del centro.
Los trabajos que los restauradores valencianos desarrollan con las prendas son objeto de interés en Nápoles y Copenhague. Así, la recuperación de las prendas se expuso el pasado septiembre en un congreso en la ciudad italiana y el próximo abril se abordará en Dinamarca.
El cortinaje podría haber sido empleado para la decoración de una iglesia o de un palacio noble de la época. La Hispanic Society no dispone de más datos sobre el origen de la cortina, salvo su procedencia europea. Sin embargo, los análisis del Ivacor cercarán la pista geográfica tras el análisis técnico del material, tinte y punto de ligadura.
Desde el instituto que dirige Carmen Pérez apuntan que en aquella época Génova y Valencia eran las 'fábricas telares' de Europa. Empleaban las mismas máquinas, no tenían más competencia, aunque la capital del Turia destacaba como el centro sedero más importante del continente.
Telas y manuscritos
La muestra de telas de la Hispanic Society se enriquecerá con algunas de las joyas italianas de la Colección Mariano Fortuny en Venecia, y del Museo Poldi Pezzoli, de Milán. Fortuny fue el creador de hermosos vestidos de la Belle Époque, que llevaron figuras legendarias como Isadora Duncan, Sarah Bernhardt, Eleanora Duse o Peggy Guggenheim.
La entidad americana tiene constancia de que Hungtington adquirió las piezas a través de Madrazo, tío de Mariano Fortuny. De ahí el interés de traer a Valencia la indumentaria que ahora se sitúa en ciudades italianas.
La exposición, además, contará con la historia escrita de la seda. En enero, la Hispanic Society enviará a Valencia los volúmenes, del siglo XV, que recogen las normas y ordenanzas gremiales pertenecientes al Gremio de Velluters o Sederos de Valencia, creado en 1479 y que en 1686 se convertiría en el Colegio del Arte Mayor de la Seda.
Entre ellos destaca uno, el más antiguo conservado, un manuscrito miniado -en la primera hoja del documento incluye una capitular con la imagen de San Jerónimo- y encuadernado en cuero con estampaciones finas de la cofradía de San Jerónimo, donde se deja constancia de los primeros estatutos del gremio de tejedores de terciopelo promulgados en 1479. Las ordenanzas manuscritas que volverán temporalmente a Valencia recogen el más mínimo detalle sobre el oficio del sedero: cuál era la forma correcta de hilar, cómo se debía lavar la seda...
El fundador de la Hispanic se hizo con estos documentos en una subasta celebrada a finales del siglo XIX. La puja tuvo lugar en París, donde es posible que los fondos llegaran mucho antes. Posiblemente, la institución gremial optó por dar salida a algunos de sus bienes para poder dar un respiro a sus cuentas.
Fuente: Las Provincias
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