Buenos días,
ayer a mediodía acudimos de nuevo al Portal de Serranos acompañados por Vicente Bellvis, del diario digital ValenciaNews, para que nos realizara una entrevista por el décimo aniversario de nuestra asociación y que saldrá publicada este fin de semana.
Aprovechamos para revisar el estado de las Torres y nos encontramos con algunos desperfectos, parches y otras pintadas que se nos habían pasado por alto en la inspección que hicimos hace una semana. Y estamos seguros de que si realizáramos otra inspección, incluyendo las estancias que están cerradas y no se permite la entrada al público, encontraríamos muchos más.
Nos llama la atención que, en la puerta que lleva quemada desde febrero de 2019, ha aparecido un intento de pintada, de color amarillo, que está como inacabada. Otro delito más contra nuestro patrimonio cultural, que ha sido ignorado y pasado por alto y que se suma a la interminable y creciente lista del fracasado #RespectaValència.
De la misma forma, se pueden ver rayajos negros en la parte izquierda de la puerta de acceso al primer piso de las Torres, situada justo al final de la escalera principal. Sin vigilancia, los pintamonas crecen como setas.
Capítulo aparte, el tema de los cableados y las conducciones chapuceras, parcheadas y visibles, que se pueden encontrar en todo el edificio, sin que haya habido nunca el más mínimo cuidado por camuflarlas convenientemente y disimularlas. Otro ejemplo de cutrez y de despropósito absoluto.
Los "carteles electorales de los colegios", reutilizados para señalar las medidas de distancia, seguridad, etc. se apoyan en los sillares o se atan con bridas, directamente, a las barandillas de las escaleras, para que no acaben por los suelos.
Las manchas ocasionadas por el derrame de líquidos de refrescos o de bebidas alcohólicas, siguen estando muy presentes en las salas del segundo piso.
Así como los restos de botellas y de latas dejados por los incívicos que no saben usar una papelera ni aunque la tengan delante. Al no haber vigilancia en el interior de las Torres, estos gamberros desconsiderados hacen lo que les da la gana.
Y por último, indicar que hemos visto fragmentos pequeños de piedra tirados en el suelo y que corresponden al deterioro de uno de los sillares de la primera planta, que se está desintegrando poco a poco.
Veremos cuánto tiempo tardan en solucionar estos y otros problemas y si no termina teniendo también la culpa la Conselleria de Cultura por no responder a las peticiones e informes, poco argumentados, incompletos y escasos, del Servicio de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Valencia.
Un saludo...
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