Buenos días,
el antiguo gremio de carpinteros, hoy palacio Balmes, lleva años cerrado, abandonado y lleno de pintadas en sus muros exteriores desde el año 2020, cosa que degrada más aún el entorno de este edificio y del barrio de Velluters.
Estamos delante de todo un ejemplo de la teoría de las ventanas/cristales rotos. Aparecen pintadas y grafitis que no son retirados convenientemente y esto provoca un efecto llamada y manda un claro mensaje: vía libre, el edificio está abandonado y nadie lo vigilia. Al final termina plagado de más y más pintadas que se seguirán acumulando hasta que alguien ponga solución al problema.
E independientemente de que sea privado y de que su propietario tenga unas obligaciones legales que debe cumplir, cosa que no está haciendo, las administraciones públicas valencianas también tienen un serie de obligaciones legales como la función inspectora e in vigilando, comunicar a los propietarios que mantenga el edificio en condiciones y sancionarlo si las incumple.
Así que basta ya de tirar balones fuera y de que algunos responsables políticos repitan en RRSS el mantra de "como es un bien privado, las administraciones públicas no pueden hacer nada". Algo probadamente falso y desmontado por la legislación patrimonial y urbanística vigentes y reforzado por decenas de recomendaciones del Síndic de Greuges.
El Ayuntamiento de Valencia y las diferentes concejalías, áreas y servicios con competencias en la materia, deben ponerse las pilas y exigir a los propietarios del edificio que lo mantengan en condiciones óptimas. Y si no lo hace, que aplique las sanciones y multas coercitivas correspondientes a los responsables y si llega el caso, que ejerza la acción subsidiaria a costa del infractor. El resto de excusas para no actuar, milongas y cuentos chinos que ya no cuelan.
Un saludo...
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