H. G., Valencia.
Los técnicos municipales del servicio de Licencias urbanísticas han alertado, en un informe fechado el 3 de noviembre, del deterioro del edificio protegido de las antiguas naves de Cross, futura iglesia-santuario de los Mártires valencianos. Las bóvedas desnudas -el cerramiento original se quitó hace meses- están "enmohecidas" por la falta de impermeabilización y por efecto de la lluvia y las humedades. Los técnicos municipales advierten de que si no se actúa de manera inmediata podría verse comprometida la rehabilitación del edificio industrial aún por concluir.
Las obras, que promueve el Arzobispado, están paralizadas por falta de recursos económicos desde hace al menos seis meses. Aunque la Iglesia ha negado que el parón del proyecto obedezca a la falta de presupuesto, lo cierto es que el párroco asignado al templo ha puesto en marcha una campaña de recogida de donativos para sufragar las obras del nuevo templo.Donativos para pagar la obra. Los técnicos municipales han corroborado en "sucesivas visitas de inspección" realizadas desde el pasado mes de abril que la intervención en las naves de la Cross, ubicadas en la calle Luis García Berlanga, junto a la avenida de Francia, está totalmente bloqueadas.
En las inspecciones se ha constatado que "no existe caseta de obra o vigilante ni personal que pueda dar razón al respecto" y por eso se ha remitido un informe a la Oficina Administrativa para que proceda a la prórroga o caducidad de la licencia de obras.La degradación de las bóvedas de las naves es un capítulo más de la polémica rehabilitación de las naves de Cross. La intervención fue criticada por incluir una torre-campanario no prevista en el proyecto inicial que perforaba la primera crujía. La solución de cubierta exterior decorada con trencadís blanco también fue objeto de controversia en la Comisión de Patrimonio que sigue a la espera de una propuesta alternativa para el revestimiento.
El arzobispado tampoco ha entregado el proyecto de descontaminación del suelo -las naves eran una antigua industria química- que le reclama el consistorio desde hace un año. El concejal socialista Juan Soto dio ayer la voz de alerta sobre el mal estado de las naves industriales. Reclamó a la alcaldesa, Rita Barberá, que anule la licencia de obras y reclame al Arzobispado una intervención de urgencia para impermeabilizar las cubiertas.
Fuente: Levante-Emv
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