Desde hace unos meses corría el rumor de que la Generalitat y la Diputación de Valencia estaban estudiando cobrar por la entrada a algunos de los museos y centros culturales gratuitos. Rápida pero discretamente, ambas instituciones han hecho realidad lo que hasta ahora eran sólo unas propuestas que circulaban por los despachos de los responsables políticos y han empezado a cobrarnos por acceder a museos de la ciudad de Valencia cuyo acceso hasta ahora era completamente libre.
Dejando a un lado los museos y monumentos de gestión municipal en los que desde hace unos años hay que pagar por su visita, desde el mes pasado dejaron de ser gratis los dos grandes centros culturales de la Diputación: el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) y el Centre Cultural La Beneficència. A partir del 1 de julio, el Centro del Carmen, espacio de difusión cultural de referencia, cobra por su acceso estableciendo también una tarifa de dos euros para la entrada general, contemplando una tarifa reducida para los grupos mayores de diez personas, estudiantes, jubilados y miembros de familia numerosa, y la gratuidad para unos pocos colectivos como los escolares. No sería mala idea, dicho sea de paso, que a los jóvenes también se nos facilitara la entrada gratuita o reducida, dada las dificultades económicas actuales del colectivo juvenil. Pero volviendo al tema, ¿qué museo será el siguiente en perder su gratuidad?
Los responsables de la Diputación y del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, que gestionan estos espacios, argumentan que el objetivo de la nueva tarifa es que constituya una ayuda para el mantenimiento de los centros culturales. Es una medida recaudatoria más. Pero muchas veces, cuando se hace pagar por algo que antes no era necesario o se suben los impuestos, se consigue el efecto contrario. La subida de 13 puntos del IVA cultural ha provocado, precisamente, la caída de la recaudación, el cierre de numerosas empresas del sector y un descenso del consumo de servicios y productos culturales.
Esta cantidad de dos euros, que a priori resulta insignificante, traerá más bien efectos negativos. Si ahora se hace pagar también por estos museos entre semana e incluso el sábado, sus salas van a estar más vacías de lo habitual salvo los domingos y festivos, únicos casos en que se mantiene la gratuidad total al igual que sucede con los museos municipales. Excepto cuando estamos en temporada turística, son las visitas escolares quienes prácticamente dan vida a estos centros culturales entre semana. ¿Por qué hacernos pagar y alejarnos de la Cultura cuando los valencianos ya financiamos con nuestros impuestos su mantenimiento? Tal vez, se debería estudiar la aplicación de fórmulas en las que los residentes del lugar no abonemos una entrada por la que se supone que ya hemos pagado vía impuestos. Por otro lado, si lo que se pretende es recaudar con los turistas, algo que tiene más sentido, la medida será un fracaso porque éstos no suelen entrar en los centros culturales anteriormente citados, de interés más bien local, pues normalmente sólo tienen tiempo para visitar museos con mayor proyección como el IVAM o el San Pío V, o los monumentos emblemáticos, en la mayoría de los cuáles también se cobra dos euros por entrada.
De nuevo, los ciudadanos pagamos las consecuencias de la gestión económica del Partido Popular, que sigue promoviendo medidas que dificultan el acceso a la Cultura, reduciendo la oferta cultural gratuita y empujando a una gran parte de la ciudadanía a disfrutar de nuestros museos y exposiciones sólo domingos y festivos. La Cultura, para quién pueda pagársela.
Esteban Longares Pérez
Vicepresidente Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural