Buenas tardes bloggeros,
las Torres de Quart, además de las pintadas que sufre de forma continuada, presenta otro problema que detectamos ayer: la oxidación de su reja.
Sabemos de sobra que los responsables del patrimonio cultural valenciano están más que "rovellats" (solo hay que ver cómo está la ciudad), pero ignorábamos que este mal afectase también a la reja que rodea la parte posterior del edificio y que fue restaurada y tratada para evitar la oxidación en el año 2007. Apenas 5 años después de finalizar la muy costosa y faraónica obra de restauración, la verja está que da pena. Se encuentra igual o peor que antes de las obras porque además el óxido a afectado también a los sillares de la reja. Los chorretones son más que evidentes y alguno de los elementos decorativos, como la corona que hay en la puerta de entrada, está tan oxidados que parece pedir a gritos el fin de la Monarquía y la proclamación de la 3ª República.
Así que, después de ver este desastre nos preguntamos: ¿Cómo es posible que se hayan deteriorado de esta forma en tan poco tiempo? ¿Acaso no eran buenos los materiales usados? ¿No se ha realizado un mantenimiento adecuado del BIC? ¿El exceso de tráfico afecta de esta forma al metal de la verja? Y una vez más, ¿quién es el responsable?
Un saludo...
Óxido por compasión
¿Cuánto nos costó esta chapuza? ¿Podemos reclamar la devolución del dinero?
Fotos: César. Licencia Creative Commons
Tienes razón, un desastre, falta en el tratamiento taninos, que es un inhibidor de la corrosión, pero claro, si se hacen las cosas bien tenemos que pensar que no se pueden volver a restaurar y sacar más dinero.
ResponderEliminarMuchas gracias Mercé. Valoramos mucho tu opinión como Arquitecta Técnica que conoce además, de primera mano, el tratamiento correcto para evitar que este tipo de elementos acaben corroidos.
ResponderEliminarLamentablemente esta ciudad funciona así de mal en el tema del patrimonio cultural. Ahora tendremos que volver a restaurarla o dejar que la reje que se eche a perder. De todas formas el dinero saldrá, como siempre, de nuestros bolsillos.
Gracias y un saludo.