Buenos días blogger@s,
estimada Glòria Tello Company Ajuntament de València:
Coincidimos contigo en que es triste y lamentable tener que luchar contra el vandalismo que sufre el patrimonio histórico en pleno siglo XXI. Que todavía haya individuos, que no alcanzan ni el rango de personas ni mucho menos el de ciudadanos, que no valoren ni respeten una de las señas de identidad del pueblo valenciano. Ciertamente, es muy triste.
Pero también es triste encontrarse con una administración pública que en pleno siglo XXI persiste en hacer caso omiso a las quejas y denuncias presentadas por Registro General de Entrada y responder en tiempo y forma. Que hace oídos sordos a las personas y asociaciones que llevamos lustros sintiendo y palpando la realidad del patrimonio cultural en el día a día y no desde la ventana de un despacho.
Es muy triste que desde el 2016, año en el que nos reunimos contigo por primera vez y te hicimos llegar las primeras propuestas para establecer un plan contra el vandalismo (cámaras de vigilancia, cursos de concienciación, sanciones y aplicación del código penal), no hayáis tomado las medidas oportunas para poner freno y acabar con una situación que durante todo el 2017 y estos primeros días del 2018 ha ido en aumento y ha desbordado la paciencia de vecinos y ciudadanos.
Es muy triste que hasta que no ha salido en prensa, radio y RRSS, cuando se ha hecho visible el problema con casos tan graves como el de la puerta románica de la Catedral o las Torres de Quart, no se hayan producido las primeras declaraciones al respecto (a través de la prensa) y se hayan producido las primeras reuniones para estudiar y poner sobre la mesa medidas para atajar un problema que debería haber sido abordado ya en 2016. Son dos años de retraso en esta legislatura.
Es muy triste escuchar a una concejal decir que lo que está ocurriendo "no es un problema de gestión del ayuntamiento", cuando son las administraciones las encargadas de velar por la protección, rehabilitación, puesta en valor y acrecentamiento del patrimonio cultural valenciano. E independientemente de que los máximos responsables de los actos vandálicos son los delincuentes que los realizan, la administración tiene una serie de obligaciones y deberes legales que no ha cumplido.
Es muy triste escuchar a una concejal asegurar que no ha habido ningún repunte de los actos vandálicos en el 2017. Eso es vivir fuera de la realidad y desconocer todo lo que está pasando en la ciudad. Muchos de estos actos vandálicos, por no decir la mayor parte, no son ni denunciados ni detectados y se producen a una velocidad alarmante. No obstante nuestra asociación tiene documentados entre 35 y 40 ataques sólo en monumentos y edificios protegidos y catalogados. Esto sin contar pintadas en fuentes, parques y jardines, mobiliario urbano, esculturas, edificios privados, etc.
Es muy triste que un gobierno que dice ser el del cambio y de la gente no tenga un mínimo de autocrítica y no reconozca los numerosos errores que se están produciendo en materia de patrimonio cultural. Una forma de proceder que nos recuerda una etapa oscura que duró más de 24 años. En este sentido no notamos ninguna diferencia.
Es muy triste escuchar ahora al partido que está en la oposición y que gobernó la ciudad durante lustros, quejarse, exigir y dar lecciones sobre un asunto que fue completamente incapaz de abordar y solucionar a pesar de nuestras denuncias y recomendaciones del Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana. Vosotros también sois responsables de la situación actual por no actuar cuando se os pidió. Y tuvisteis más de 24 años para tomar las medidas necesarias para acabar con un problema que ya dura demasiado.
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