Buenas tardes,
un 17 de junio de 2011, un grupo de amigos nos reunimos en un bar, al lado de la EOI de Valencia, para sentar las bases de lo que hoy es Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural.
Después de haber pasado parte de los años 2010 y 2011 denunciando, a través del blog, de correos electrónicos y del buzón de quejas del Ayuntamiento de Valencia, los problemas de nuestro patrimonio que íbamos observado, decidimos dar un paso más y empezar a usar el Registro General de Entrada a través de una asociación por y para el patrimonio, ante la desidia y el silencio ante nuestras quejas y denuncias.
Ese mismo día, elegimos nuestro nombre y fuimos preparando, durante los meses siguientes, los estatutos y el resto de la documentación, para registrarnos ya en el año 2012 y empezar a acudir al Síndic de Greuges para hacer valer nuestros derechos como ciudadanos y como asociación patrimonialista.
Diez años de pelea continua contra unas administraciones públicas valencianas (locales y autonómica), de diferente signo y color político, que han demostrado durante todos estos años lo necesaria que es una sociedad civil activa y organizada para salvaguardar nuestro patrimonio cultural y para exigirles y recordarles a nuestros gestores las obligaciones y deberes legales que tienen con nuestros bienes culturales.
Sin esta presión y esta denuncia continua, muchos de los bienes inmuebles sobre los que se ha intervenido y se está interviniendo, todavía estarían abandonados y en ruinas, como lo estaban hace tantos años. Otros muchos se habrían perdido, irremediablemente. Esto demuestra lo necesaria que es la denuncia por escrito y por RGE, más allá de la virtualidad y las RRSS. Más de 240 expedientes del Síndic, con sus correspondientes recomendaciones, dan buena fe de ello.
Desde Círculo por la Defensa queremos agradecer el trabajo y la colaboración de todas aquellas personas que se han ido sumando a este Gran Hermano del Patrimonio Cultural Valenciano. Un proyecto que nació precisamente con esa idea. Que cada día nuestro patrimonio estuviera observado y vigilado por más ojos, para así poder alertar rápidamente de cualquier problema que lo pudiera poner en peligro. La sociedad civil va muy por delante de las administraciones públicas, mostrando un mayor interés, ganas y pasión por la defensa de nuestro patrimonio que aquellos que, por el cargo que ocupan, deberían ocuparse en primera instancia de esto.
Gracias a todos/as 💓
Seguim!