Buenos días,
después de esperar varios meses, ayer nos llegó la respuesta del Ayuntamiento de Valencia, después de las segundas recomendaciones del Síndic de Greuges, en relación con queja n°1900950, que tenía por objeto el "Incumplimiento perímetro y entorno de protección de los bienes de interés cultural durante las Fallas 2019", concluyendo la misma en "recomendar al Ayuntamiento de Valéncia que, a la vista de lo sucedido durante la celebración de las Fallas 2019, y previa reunión de todos los sectores afectado, se incrementen los esfuerzos para adoptar todas las medidas que sean necesarias con el fin de lograr el respeto de las distancias de protección previstas legalmente para preservar al máximo los bienes y monumentos integrantes del patrimonio cultural valenciano".
El Servicio de Ocupación del Dominio Público Municipal, adscrito a la Delegación de Dª. Lucia Beamud Villanueva nos comunica que "Este Servicio de Ocupación de Dominio Público Municipal no ha autorizado ningunas de las actividades e instalaciones denunciadas durante las Fallas del 2019". ¿Quién las ha autorizado pues? ¿El Espíritu Santo? ¿El Servicio de Cultura Festiva?
El Servicio de Sanidad, adscrito a la Delegación de D. Emiliano García Domene, informa que, sobre 'incumplimiento' de previa Recomendación de 13-06-18, de anterior Queja 180114, este Servicio, salvo error, no se tenía conocimiento de la previa queja del pasado año. Sorprende que el Ayuntamiento de Valencia no trasladara nuestra queja al Servicio de Sanidad, más áun cuando es el área responsable de la colocación de las cabinas sanitarias portátiles que tantos problemas han dado (iglesia de San Agustín, calle Luchente, pegada al lateral de la iglesia de los Santos Juanes, etc).
Este mismo servicio informa también que "En cuanto a la especifica queja sobre la ubicación de cabinas sanitarias portátiles en las inmediaciones de la Iglesia de San Agustín, tras la modificación de su emplazamiento en el año 2018, a petición de la parroquia; se consideraba solucionado dicho problema". Sorprende la respuesta, puesto que las cabinas sanitarias han sido colocadas en el mismo lugar que en 2018. No ha habido ninguna modificación del emplazamiento.
De la misma manera, responden que "Respecto de los wc portátiles de la calle Luchente señalados en el apartado c) del oficio, indicar que consultado el listado de ubicación de cabinas sanitarias portátiles contratadas el presente año por el Ayuntamiento, no consta dicha ubicación; por lo que los wc indicados por el Sr. Guardeño debieron ser instalados por alguna comisión fallera u otro particular". Esto significa que alguien (particular o comisión fallera) instaló un WC portátil sin pedir permiso, de manera ilegal y pegándolo al lateral de la fachada de un BIC, dentro de su área de protección libre de ocupación. Lo peor, es que el Ayuntamiento de Valencia se muestra totalmente incapaz de detectar y comprobar estas irregularidades a pesar de que los mismos hechos se repitieron en 2018. La función in vigilando de las administraciones públicas brilla por su ausencia, quedando patente que nadie se ocupa de estas cosas durante las Fallas. Tampoco durante el resto del año.
Por último, el Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico, adscrito a la Delegación de Dª. Gloria Tello Company afirma que: "...debe indicarse que no es competencia de este Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico la comprobación de si las instalaciones autorizadas han respetado las distancias mínimas exigidas por el planeamiento". Si la Concejalía de Cultura no es competente en comprobar el respeto de las distancias mínimas con los monumentos marcadas en el PEP, ¿a quién le compete? ¿a la Policía Local? ¿al Servicio de Cultura Festiva? ¿a los vecinos y asociaciones que velan por el patrimonio ante la desidia municipal? Corresponde al Ayuntamiento de Valencia y, a tenor de lo que está pasando en nuestra ciudad, no esta haciendo bien su trabajo.
En definitiva, y después de realizar una lectura detallada de este documento y analizar algunas de las respuestas proporcionadas por parte de estas concejalías y sus respectivos servicios podemos extraer la conclusión de que existe una enorme y preocupante descoordinación entre las diferentes áreas, con competencias en la materia, del Ayuntamiento de Valencia. Este caos, la descoordinación interna y el crónico y persistente traslado de las responsabilidades entre las concejalías, han tenido como resultado un completo y absoluto desastre en la gestión y solución de los graves problemas que afectaron a los monumentos, edificios protegidos y sus entornos, durante las Fallas 2019.
Nadie sabe nada, nadie tiene competencias sobre lo que se le pregunta, nadie es responsable directo de lo que sucede, trasladando el marrón a los compañeros de al lado. Lamentable la actitud del Ayuntamiento de Valencia en las cuestiones referentes al patrimonio cultural de la ciudad. Temblando por lo que pueda suceder durante las Fallas de 2020.
Un saludo...