Buenos días blogger@s,
el destino y la suerte de los bienes de titularidad privada que forman parte de la Alquería del Moro, por un lado, y de la Alquería de San Lorenzo, por el otro, transcurren en paralelo y siguiendo un mismo patrón que ha llevado a estos dos edificios protegidos a terminar con sus muros por el suelo. Un crujido, un golpe seco y estruendoso que ha dejado cicatrices imborrables en la piel de nuestro patrimonio y que ha puesto en evidencia muchas cosas. De la parte privada pero también de la pública, puesto que la conservación y el enriquecimiento de nuestro patrimonio corresponde a todos los valencianos y especialmente a las instituciones y los poderes públicos que los representan.
Ambas alquerías tienen expedientes abiertos desde hace años, la del Moro desde febrero de 2013 y la de San Lorenzo desde febrero de 2015, y con recomendaciones del Síndic de Greuges. Tres y dos recomendaciones respectivamente que han sido supuestamente aceptadas, pero ignoradas a la hora de hacerlas efectivas y ponerlas en práctica.
Ambas alquerías presentaban daños y patologías que ponían en riesgo su integridad. Estaban abandonadas desde hace años y la degradación hacía evidente su deterioro con la aparición en los muros exteriores de grietas que hacían saltar la alarma. Sólo era cuestión de tiempo. La lluvia y el viento parecen haber dado el golpe de gracia, pero también y sobre todo, debido al nulo interés de los propietarios por atender a los supuestos requerimientos, notificados y recogidos o no; la dilatación hasta el infinito de los expedientes, las sanciones, las multas coercitivas e incluso el inicio de la expropiación forzosa, pedida hasta la extenuación.
Muchas piedras en el camino y un combate demasiado largo para unos edificios que fintaban los golpes del tiempo, como buenos púgiles, haciendo equilibrios para no caer a la lona. Lamentablemente el último golpe ha sido directo y definitivo. No lo han podido esquivar y el resultado ha sido un Knock Out histórico.
Es triste, lamentable y frustrante comprobar que a pesar de todos los esfuerzos de nuestra asociación, no hemos conseguido evitar un destino que parecía escrito de antemano. Ni el propietario, ni el anterior equipo de gobierno, ni el actual, han demostrado el interés y la determinación necesarios para impedirlo. Enredados todos en el interminable juego de la burocracia para, ahora, echarse las culpas mutuamente y quitarse los muertos de encima. Unos muertos cuyos cadáveres yacen desparramados por el suelo.
Ahora toca remangarse, dejarse de excusas y ponerse a trabajar. Levantar lo que queda de estos cuerpos y reconstruirlos, aunque ya no será lo mismo. No volverán a ser jamás las mismas alquerías y serán unos nuevos cuerpos los que ocuparán el espacio de unos bienes que resistieron más de 500 años, hasta la llegada del Homo Necius y del Homo Politicus. Auténticas plagas exterminadoras de nuestro patrimonio cultural, por acción u omisión.
Un saludo...
Alquería de San Lorenzo (BRL) 12-06-17
Alquería del Moro (08-08-18)