Buenos días,
Uno de los últimos expedientes que abrimos con el Síndic de Greuges es el de la alquería de Ponsa o de Bondía, que se encuentra situada en la calle del Arte Mayor de la Seda nº29 y 31 de Valencia. Se trata de un bien de titularidad privada que está incluido dentro del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Ayuntamiento de Valencia con la consideración de BRL y la categoría de Espacio Etnológico de Interés Local.
Las últimas noticias que teníamos de esta alquería eran de abril del año 2017, hace ya seis años, cuando se informaba que “El Ayuntamiento de Valencia llevará a la comisión de Urbanismo la modificación de un plan interior de reforma del barrio de La Aguja, a espaldas del complejo administrativo 9 d'Octubre, para salvar de forma definitiva a la alquería de La Ponsa-Fuster”; que “el propietario de la alquería busca inversores para poder hacer realidad su sueño: devolverle el esplendor a esta alquería donde vivió su familia para el disfrute de todos los ciudadanos” o que “La propuesta ya cuenta con el visto bueno de la Generalitat, ya que la Conselleria de Obras Públicas trató el tema en la última comisión territorial de Urbanismo y se acordó aprobar definitivamente la modificación del Plan de Reforma Interior (PRI) de la unidad de ejecución de la alquería de La Ponsa-Fuster”. Desde esa fecha, nada más.
Ante este silencio y la falta de actividad, decidimos denunciar estos hechos por RGE ante el Ayuntamiento de Valencia, en noviembre de 2021. Nuestro consistorio nos respondió a través del gabinete jurídico de la Policía Local de Valencia los siguiente: "No consta parte de intervención o reclamaciones relacionadas con el estacionamiento indebido de vehículos en el entorno de la Alquería de Ponsa. No obstante, se han dado instrucciones para incrementar la vigilancia en el entorno del edificio con el objetivo de impedir cualquier conducta que pueda afectar al estado de conservación del mismo y de su entorno".
El SERVICIO DISCIPLINA URBANÍSTICA-SECCIÓN ÓRDENES DE EJECUCIÓN, por su parte, contestó "Que dicha alquería se encuentra dividida en dos parcelas catastrales, con distintos números de policía pertenecientes a diferentes titulares, tramitándose en este Servicio municipal sendos expedientes administrativos por deficiencias en la conservación.
En la parte del inmueble correspondiente al número 29 de la C/ Juan Bautista Vives, la propiedad adoptó las medidas precautorias ordenadas en su día, estando pendiente de recaer nuevo informe técnico sobre su estado actual.
Respecto al núm. 31 de dicha calle, mediante providencia de 8 de enero de 2020 se requirió a la propiedad para que procediera a adoptar las medidas precautorias indicadas por el personal técnico municipal, en tanto se llevaran a cabo las obras de reparación del citado inmueble. Por dicha propiedad se aportó, en fecha 9 de febrero de 2021, informe técnico certificando la adopción de las medidas precautorias requeridas y la seguridad del inmueble".
Pasado un tiempo prudencial y ante la manifiesta inactividad, durante más de un año, y la ausencia de medidas reales "para incrementar la vigilancia en el entorno del edificio con el objetivo de impedir cualquier conducta que pueda afectar al estado de conservación del mismo y de su entorno", puesto que no han parado de aparcar allí sin ningún control, acudimos al Síndic de Greuges en enero de 2023 reiterando nuestra petición de noviembre de 2021.
En las diferentes respuestas que ha ofrecido el Ayuntamiento de Valencia ha repetido una y otra vez exactamente lo mismo, como si estuviera en bucle, no aportando más información al respecto de la que ya ha aportado en estos años y no solucionando los problemas denunciados en su día.
El Síndic de Greuges, recalcó en las "Consideraciones a la Administración", que el Ayuntamiento de València, en el informe que tuvo entrada en esta institución con fecha 21/2/2023, indica que el último informe técnico sobre la Alquería de Ponsa o de Bondía fue realizado el día 13/12/2021 y que actualmente “está pendiente la emisión de nuevo informe técnico por la Oficina Técnica de Control de Conservación de la Edificación, con el fin de constatar el estado actual de los inmuebles y, en el caso de no haberse procedido por la propiedad a la reparación de los daños de lo que adolezca, valorar las obras requeridas al objeto de conformar la correspondiente orden de ejecución de obras de intervención con el fin de habilitar posteriores medidas de ejecución forzosa.
Sin embargo, en dicho informe municipal, siguen sin responderse a algunas de las cuestiones planteadas en la denuncia presentada con fecha 23/11/2021. Así, por ejemplo, no se dice nada sobre la retirada de las pintadas, el aparcamiento incontrolado de vehículos junto a las fachadas del inmueble y las órdenes de ejecución dirigidas a la propiedad para mantener el inmueble en un adecuado estado de conservación.
En el caso que nos ocupa, el Ayuntamiento de València debe ordenar a la propiedad la ejecución de las obras necesarias para mantener la Alquería de Ponsa o de Bondía en unas adecuadas condiciones de seguridad, funcionalidad y habitabilidad. Si esta obligación legal es incumplida, el Ayuntamiento podría acordar la ejecución subsidiaria a costa de la propiedad –artículo 102 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas-".
Por todo ello, el Síndic RECOMENDÓ, en marzo de 2023, que se acelerara la emisión del informe por parte de la Oficina Técnica de Control de Conservación de la Edificación y se dirija a la propiedad la orden de ejecución que proceda para mantener la Alquería de Ponsa o de Bondía en unas adecuadas condiciones de seguridad, funcionalidad y habitabilidad, adoptando las medidas necesarias para evitar el estacionamiento incontrolado de vehículos junto al referido bien de relevancia local.
https://conocevalenciapaseando.blogspot.com/2023/04/recomendaciones-del-sindic-de-greuges.html
Desde esa fecha hasta ahora, las cosas siguen exactamente igual y esas supuestas "instrucciones para incrementar la vigilancia en el entorno del edificio con el objetivo de impedir cualquier conducta que pueda afectar al estado de conservación del mismo y de su entorno" no se están llevando a cabo, puesto que desde que denunciamos los hechos en noviembre de 2021 han seguido aparcando pegados a las fachadas de este BRL. Sin ningún tipo de control, sanción, retirada de vehículos, etc. Si usamos la herramienta de Google Street View, ya aparecen vehículos desde el año 2008 y hasta la actualidad.
El Ayuntamiento de Valencia se esfuerza al máximo para demostrar que, enredado y muy cómodo en su propia burocracia, vive muy alejado de lo que pasa a pie de calle y de la realidad de nuestro patrimonio cultural. Siempre busca la manera de interpretar y retorcer a su antojo y beneficio la legislación vigente en materia de patrimonio cultural y urbanismo para así poder justificar la falta de actuaciones o el hecho de que se dilaten al máximo las actuaciones en los bienes protegidos, sean estos de titularidad pública o privada. Siempre tendrá una excusa o maquillaje a mano para intentar disimular su incapacidad, negligencia y probada incompetencia. Y nos remitimos a las casi trescientas recomendaciones del Síndic que acumulan las diferentes administraciones públicas valencianas.
Además, insistimos que en el caso concreto de la alquería de Ponsa no estamos hablando de un bien que se encontrara en este mal estado desde que lo denunciamos en noviembre de 2021. Lleva lustros así, con el beneplácito de nuestro consistorio, que tiene por mala costumbre dejar en vía muerta la mayor parte de estos expedientes con la excusa del gran volumen de trabajo que tienen o la escasez de medios y de personal. La única forma de que se desatasquen están denuncias es que el ciudadano esté denunciándolo constantemente, por tierra, mar y aire, y acudiendo repetidamente al Síndic.
Por experiencia, podemos afirmar que aquellos expedientes en los que no te molestas en insistir una y otra vez, se ralentizan al máximo e incluso se paralizan, pasando años, lustros y décadas sin realizar prácticamente ninguna actuación, más allá de las obligatorias obras precautorias. Sólo se reactivan cuando se genera un nuevo expediente de denuncia o se reabre uno ya existente. La realidad es así de triste y puede comprobarse muy fácilmente viendo las actuaciones que las administraciones públicas realizan motu propio, los años que pasan hasta dar el siguiente paso, o el número de expedientes que están directamente parados desde hace demasiado tiempo. En caso contrario, no se entendería cómo es posible que haya edificios y elementos patrimoniales catalogados que siguen abandonados, cerrados, en ruinas, etc. desde la década de los años 90 y 2000, e incluso de antes.
El patrimonio cultural valenciano sigue siendo algo secundario y accesorio para nuestra clase política. Sólo mueven ficha cuando se les sonroja la cara públicamente y ven la oportunidad de colocarse una medalla delante de los vecinos, obteniendo un rédito o beneficio político personal o para su partido. Se olvidan, muy a menudo, que está dentro de sus obligaciones y deberes legales como servidores públicos que son.
Un saludo...
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