la edición digital del Levante-Emv nos trae una noticia referente a un nuevo hallazgo, ya que un grupo arqueólogos ha localizado los restos del siglo XIV de lo que podría ser un segundo almacén de grano de Valencia, en la casa del barón de Vallvert. Este edificio, destinado a albergar el Museo de Indumentaria, ha paralizado sus obras hasta 2011 por estos hallazgos tan importantes.
Hasta ahora contábamos solamente con el Almudín ubicado en las inmediaciones de la Catedral (y una de las sedes de la Gloria del Barroco de la exposición de la Luz de las imágenes), pero ahora contaremos con este segundo espacio como almacén de grano.
A la espera de que se realicen las obras oportunas estaremos atentos para visitarlo en cuanto lo inauguren como museo de la indumentaria. Una excusa más para visitarlo.
Saludos.
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La apariencia del palacio del barón de Vallvert era la del eclecticismo que Francisco Mora dejó a finales del siglo XIX por encargo del aristócrata. Lo que arquitectos y restauradores no esperaban al asumir la transformación del inmueble en Museo de la Indumentaria es que se iban a tropezar en el subsuelo y detrás de las paredes con un rompecabezas histórico, con restos que se remontan hasta la Edad Media. El elemento más importante que ha salido a la luz es un almudín del siglo XIV, del que se han encontrado fragmentos de seis arcos góticos apuntados y partes de sus muros, que alcanzan los 12 metros del altura (el segundo piso del edificio actual), lo que da cuenta de las dimensiones del inmueble antiguo.
Este sería el segundo gran almacén de grano de la ciudad, tras el históricamente conocido, construido sobre el alcázar islámico y usado ahora como sala de exposiciones. Sólo existían referencias de un Almodí Vell en la zona de la plaza Redonda, con lo que el hallazgo abre algunas incógnitas. Su ubicación, próxima al río, refuerza la posibilidad de que hubiera un almudín en este punto. Sin embargo, estos almacenes eran municipales y no había constancia de su existencia. La primera referencia al edificio que ha encontrado la arqueóloga Paloma Berrocal es que el consistorio lo compró al Gremi de Barreters (sombrereros) en 1573 para añadirlo a la Casa de Sant Vicent Ferrer, que ya había empezado a tomar relevancia. Ello indicaría que el almacén previamente debió de pasar a manos privadas.
El hallazgo ha obligado a replantearse el proyecto inicial de intervención. Ahora, los arcos se reconstruirán para poder interpretar el viejo almacén, que quedará como una sala de exposiciones de más de 25 metros de longitud, señaló el arquitecto Vicente Guallart. Las obras, con un coste de 2,1 millones y que financia la Conselleria de Cultura, se alargarán 4 meses más de lo previsto por los descubrimientos, hasta abril de 2011, dijeron Guallart y la directora de Patrimonio, Paz Olmos.Bajo el techo de cañizo de la planta baja -albergó unas oficinas de Transmediterránea y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana- ha aparecido también un alfarje del siglo XV "único" en Valencia, con ladrillos y vigas policromados en blanco y azul.
Fuente: Levante-Emv