miércoles

La alquería de Ponsa o de Bondía (BRL) entra en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra

Hola,

La ciudad de Valencia cuenta ya con 21 bienes patrimoniales que forman parte de la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra. Y el último bien en ingresar en esta lista ha sido la alquería de Ponsa o de Bondía, que se encuentra situada en la calle del Arte Mayor de la Seda nº29 y 31 de Valencia, en el conocido como Barrio de la Aguja, como popularmente se llama al Barrio de la Virgen de los Desamparados, que está delimitado por las calles del Arte Mayor de la Seda, Virgen del Lluch, Virgen de Agres y Virgen del Rebollet. 

https://listaroja.hispanianostra.org/ficha/alqueria-de-ponsa-o-de-bondia/

Este bien de titularidad privada, que está incluido dentro del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Ayuntamiento de Valencia con la consideración de BRL y la categoría de Espacio Etnológico de Interés Local, se encuentra dentro de un entorno de protección muy degradado. La alquería está, además, abandonada, cerrada y ha estado okupada en diversas ocasiones. Los vehículos la rodean y aparcan en el entorno de protección del bien y a escasos centímetros de sus fachadas, con el riesgo que eso conlleva.

https://conocevalenciapaseando.blogspot.com/2023/04/recomendaciones-del-sindic-de-greuges.html

En su época, la ciudad fue construida en una zona de cultivo de la que hoy en día solo conserva pequeños vestigios, como esta alquería de Ponsa en L’Olivereta. Este modelo de alquería rural es de gran importancia histórica y tipológica, ya que es un testimonio único una forma de vida y trabajo en el ámbito agrícola. La alquería de Ponsa, también conocida como alquería de Bondia, se encuentra en las cercanías del antiguo Camino de Bondia, ya desaparecido.

La alquería está compuesta por dos elementos principales: una casa de crujías irregulares con un patio trasero y una porxada (porche) al fondo; además de otro porche de amplias dimensiones unido lateralmente al edificio principal.

Originalmente, había una vivienda en la planta baja, similar a la casa del Rellotge en Massarrojos, y una gran planta superior, que ahora se ha transformado en una vivienda independiente con acceso desde una pequeña escalera en la fachada. Detrás de este cuerpo se encontraba un patio con un porche al fondo.

El cuerpo perpendicular parece ser una gran entrada de fábricas de tapial, que contiene una interesante andana de doble altura, con espacios de uso económico y secaderos de la misma altura que el anterior, actualmente separado de la propiedad.

La transformación que ha sufrido la casa, producto de diversas subdivisiones de propiedad, ofrecen actualmente una lectura equívoca, que puede ser reconducida con un proyecto de restauración integral del conjunto. La arquitectura se ha desvirtuado al transformar en vivienda la andana de doble altura, lo cual ha tenido un efecto nocivo en la propia estabilidad de los muros, que se han desplomado de manera peligrosa. Esta intervención transformó a la vez la fachada, la cual perdió la fenestración original, por lo cual sería necesario un estudio estratigráfico que apoyase en la definición del estado original, el cual posiblemente sería muy similar a la casa de Massarrojos, anteriormente citada.

Desde el año 2017 no ha habido más noticias sobre la posible recuperación y puesta en valor de este BRL. Son ya más de veinte años de trámites, trabas burocráticas, dilaciones y una enorme falta de interés por parte del Ayuntamiento de Valencia por cuidar y proteger el entorno de este bien, ya que algo tan básico como esto es competencia municipal. 

Por más que hemos denunciado estos hechos, por RGE y a través del Síndic, nuestro consistorio sólo ha dado una respuesta para cubrir el expediente y en la que nos aseguro que "para incrementar la vigilancia en el entorno del edificio con el objetivo de impedir cualquier conducta que pueda afectar al estado de conservación del mismo y de su entorno". La realidad es que los vehículos siguen aparcando allí, a diario, sin que se hayan tomado las medidas solicitadas en noviembre de 2021.

La Lista Roja del Patrimonio va a seguir creciendo hasta llegar y superar la treintena de bienes. El Ayuntamiento de Valencia sigue sin estar a la altura del patrimonio cultural valenciano y de sus necesidades. Más de una década después, las tan prometidas intervenciones de todos estos inmuebles siguen encalladas y enredadas en la maraña de la adjudicación del contrato para estudiar o redactar el proyecto, cuestión que retrasa todo otro par de años más, u otra legislatura.

Un saludo...

Las imágenes son propiedad de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, no permitiéndose su reproducción total o parcial sin citar las fuentes y a los autores originales al estar bajo licencia Creative Commons 3.0. Nuestra entidad no tiene ánimo de lucro, pero exige un mínimo de respeto y comportamiento ético y profesional a los medios de comunicación, partidos políticos, asociaciones cívicas, fundaciones… a la hora de apropiarse de nuestro trabajo y esfuerzo de años.

lunes

Nuevos aires para nuestro Patrimonio Cultural y un futuro incierto (Remake del original de 2015)

Buenos días,

En 2015, con el cambio de gobierno, publicamos un post que levantó muchas ampollas entre algunos votantes, seguidores y afines del "govern del canvi i de la gent":


Hoy, ocho años después, la volvemos a publicar y suscribimos cada una de las palabras que escribimos aquel día, actualizando sólo las cifras de expedientes, recomendaciones del Síndic y añadiendo algunos elementos patrimoniales. El resto lo dejamos tal cual fue publicado en 2015.

"Pasada la vorágine electoral y en plena resaca de resultados, se nos presenta un nuevo panorama político para los próximos cuatro años. Un giro de 180º que afecta de lleno a la integridad de nuestro patrimonio cultural, seña de identidad de los valencianos y legado que debemos de preservar, proteger y difundir independientemente de la fuerza o fuerzas políticas que tomen el mando del futuro gobierno en próximas fechas.

Nuestra asociación, como entidad totalmente independiente de cualquier fuerza política, va a continuar con su trabajo y para ello seguirá con su periplo administrativo tal y como lo viene haciendo desde el año 2012, con más de 800 escritos presentados ante las diferentes administraciones públicas y cerca de 300 recomendaciones emitidas por el Síndic de Greuges y que todavía, muchos de ellos, están pendientes de resolución y de ejecución. 

Vamos a seguir pidiendo que todos y cada uno de ellos sean atendidos correctamente y que se dote  presupuestariamente y con carácter inmediato las intervenciones más urgentes y necesarias para lograr la rehabilitación integral de bienes como la alquería dels Moros, La Ceramo, la muralla andalusí del Carmen, el Casino del Americano, la alquería de la Torre, la alquería de Falcó, las alquerías de la calle Olba, el grafiti histórico de la calle Bolsería, las pintadas delictivas, la estación de Nazaret y un largo etc. sin olvidarnos de otros tantos bienes cuyo pésimo estado venimos denunciando desde hace más de diez años. Y todo ello en base a prioridades y urgencias y teniendo muy presente que la dotación presupuestaria se debería realizar a la mayor brevedad posible para que así, se puedan ejecutar durante el año 2023-2024.

Por ese motivo, continuaremos solicitando el cumplimiento de la legislación vigente y de los compromisos que la administración pública valenciana tiene con la ciudadanía y con un patrimonio  cultural que es de todos. Ni los vamos a olvidar ni a pasar por alto.

Esperamos, sinceramente, que haya una muy buena predisposición para el diálogo y para atender en tiempo y forma las diferentes demandas que venimos haciendo desde nuestra entidad y que se corrijan ciertos comportamientos y respuestas inapropiadas que se nos ha dado por escrito y en RRSS, en estos últimos años. No vamos a tolerar ni comportamientos arrogantes, ni soberbios ni prepotentes.

El patrimonio cultural es y continuará siendo nuestro único objetivo, le pese a quién le pese. Todos los políticos que han pasado de gobernar a la oposición y viceversa han tenido doce años para entenderlo. Sus seguidores, palmeros, acólitos y trolls en RRSS, también.

Que no le quepa a nadie la menor duda".

César Guardeño Gil
Presidente Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural

domingo

Las asignaturas pendientes del Ayuntamiento de Valencia. Vol. XIII: el descontrol patrimonial durante las Fallas

Buenas tardes,

En marzo del año 2018 denunciamos por primera vez ante el Síndic de Greuges que el Ayuntamiento de Valencia, a través las correspondientes concejalías (Cultura Festiva, Espacio Público, etc.), HABÍA CONSENTIDO POR ACCIÓN U OMISIÓN la celebración y colocación de todo tipo de fiestas; escenarios; carpas; barras de bar; discomóviles; puestos de comida; WC portátiles; etc. dentro de las áreas de protección libres de ocupación de numerosos BIC’s y BRL’s de Ciutat Vella y pegados a las fachadas de los mismos sin respetar ningún tipo de distancia.

Las imágenes del “Triángulo de Oro Patrimonial” de nuestra ciudad (Lonja de los Mercaderes, Iglesia de los Santos Juanes y Mercado Central), con las calles sucias y llenas de basura y otros restos derivados de las discomóviles y del botellón; con personas orinando en las fachadas de estos tres monumentos; usando las ventanas, cornisas y escaleras como barra de bar donde depositar los vasos, las latas y las botellas; etc. fueron SUMAMENTE VERGONZOSAS Y LAMENTABLES y aparecieron en numerosos medios de comunicación.

Tras nuestra denuncia, el Síndic consideró oportuno RECOMENDAR al Ayuntamiento de Valencia la necesidad de cumplir con lo  dispuesto en el artículo 38.e) de la Ley 4/1998, de 11 de junio, de Patrimonio Cultural Valenciano para garantizar la máxima protección a los bienes de interés cultural o de relevancia local. 

En marzo de 2019, volvimos a denunciar estos hechos, señalando que LO MÁS GRAVE DE ESTAS FALLAS había sido que durante las noches de los días 15, 16, 17 y 18 de marzo y debido a una afluencia enorme de gente incontrolada e incontrolable a las DIFERENTES VERBENAS QUE EL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA HA PERMITIDO DENTRO DE LOS ENTORNOS MONUMENTALES DEL CENTRO HISTÓRICO DE VALENCIA, principalmente alrededor de la Lonja de los Mercaderes (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), el Mercado Central (BIC), la Iglesia de los Santos Juanes y les Covetes de Sant Joan (BIC) y la iglesia de San Valero y San Vicente Mártir de Ruzafa (BRL), principalmente.

Las imágenes y los vídeos que circularon por RRSS, medios de comunicación, etc. dieron buena cuenta de unos HECHOS QUE SON TREMENDAMENTE GRAVES. Gente orinando en 5 de las 6 puertas de la Lonja de los Mercaderes; subidos a la barandilla y terraza de la iglesia de los Santos Juanes y les Covetes de Sant Joan, orinando allí mismo; montones de basura, vasos y restos de botellón en las paredes, muros, escaleras del Mercat Central, iglesia de los Santos Juanes, Lonja, iglesia de San Valero y San Vicente Mártir de Ruzafa, iglesia de Santa Catalina Mártir, etc. 

El Ayuntamiento de Valencia volvió a fallar estrepitosamente y el Síndico RECOMENDÓ, por segunda vez, al Ayuntamiento de Valencia que, a la vista de lo sucedido durante la celebración de las Fallas 2019, y previa reunión con todos los sectores afectados, se incrementen los esfuerzos para adoptar todas las medidas que sean necesarias con el fin de lograr el respeto de las distancias de protección previstas legalmente para preservar al máximo  los bienes y monumentos integrantes del patrimonio cultural valenciano.

Tras la pandemia y después de la celebración, con normalidad, de las Fallas de 2022, denunciamos por tercera vez que nuestro ayuntamiento HABÍA VUELTO A CONCEDER PERMISOS Y LICENCIAS, POR ACCIÓN U OMISIÓN, PARA UNA SERIE DE ACTIVIDADES QUE VAN EN CONTRA DE LA LPCV Y QUE PONEN EN RIESGO LOS BIENES CULTURALES CATALOGADOS Y PROTEGIDOS DE NUESTRA CIUDAD, ASÍ COMO SUS ENTORNOS DE PROTECCIÓN, CON EL AGRAVANTE DE QUE YA ERAN CONOCEDORES Y ESTABAN ADVERTIDOS DE LOS PROBLEMAS QUE ESTO HABÍA ACARREADO OTROS AÑOS (2018 Y 2019) Y AÚN ASÍ HAN REINCIDIDO EN UNA SERIE DE ERRORES QUE DEBERÍAN HABER SIDO YA SUBSANADOS.

El Síndic consideró que los hechos que constituyen el objeto de la presente queja fueron denunciados por primera vez con fecha 22/3/2018, es decir, hace más de 4 años, con motivo de la celebración de las Fallas 2018 (expediente de queja nº 1800742), en el que emitimos una recomendación con fecha 13/6/2018, que fue aceptada por el Ayuntamiento de València. Sin embargo, al año siguiente, se repitieron los hechos. El autor de la queja volvió a presentar una queja con fecha 22/3/2019 (expediente nº 1900950), con ocasión de las Fallas 2019, en el que también se emitió otra Recomendación con fecha 2/7/2019, que fue aceptada por el Ayuntamiento de València. No obstante, a pesar de estas aceptaciones formales, en realidad, y a la vista de lo sucedido otra vez en este año 2022, el Ayuntamiento de València sigue sin adoptar medidas efectivas que impidan la instalación de puestos y mercadillos sin respetar las distancias de protección previstas legalmente para preservar al máximo los bienes de interés cultural y de relevancia local

De esta manera, llego la tercera RECOMENDACIÓN, a la vista de los reiterados incumplimientos que se siguen produciendo todos los años, desde las Fallas de 2018, respecto a la colocación de puestos y mercadillos sin respetar la distancia de protección de los inmuebles que integran el patrimonio cultural valenciano, y señaló que se adoptaran medidas más efectivas para prevenir y evitar dichos incumplimientos en lugar de tener que sancionarlos cuando ya se han producido. 

¿Y que pasó en marzo de 2023? Más de lo mismo:

a) Se ha vuelto a conceder permiso y/o licencia para la instalación de un puesto de venta de churros y buñuelos delante de la Casa Cortina II (Casa de los Dragones), situada en la calle Sorni nº4, que está catalogada como BRL-Monumento de Interés Local.

b) Se ha vuelto a conceder permiso y/o licencia para la instalación de un puesto de venta de churros y buñuelos pegado a la fachada lateral del Convento de San José y Santa Teresa, catalogado como BRL, recayente a la calle Blanqueries.

c) Se ha concedido permiso y/o licencia para la instalación de diferentes puestos de venta delante y pegado a la fachada de la iglesia Parroquial de San Valero y San Vicente Mártir (BRL), situada en la calle del Padre Perea con la calle del Doctor Serrano.

d) Se ha concedido permiso o se ha permitido, por acción u omisión, para que se cocine pegado a la iglesia de Santa Catalina Mártir (BIC), se apilen trastos inflamables junto a la fachada y se utilicen sus arcosolios como depósito y almacén.

e) Se ha concedido permiso para situar una barra de bar alrededor de la fuente que ocupa el centro de la plaza de Correo Viejo.

Así que, por cuarta vez, acudimos al Síndic que ha sido muy claro al respecto apuntando que a pesar de estas aceptaciones formales, en realidad, y a la vista de lo sucedido otra vez en este año 2023, el Ayuntamiento de València sigue sin adoptar medidas efectivas que impidan la instalación de puestos y mercadillos sin respetar las distancias de protección previstas legalmente para preservar al máximo los bienes de interés cultural y de relevancia local. 

El problema consiste en que el Ayuntamiento de València no despliega ninguna actividad de inspección y control para comprobar, con posterioridad, el cumplimiento efectivo de las autorizaciones concedidas y los condicionantes impuestos en las mismas. En este sentido, el Servicio de Cultura Festiva informa que “en este Servicio no hay constancia de la existencia de sanciones en las Fallas 2022 en relación al objeto de la queja, por lo que se han gestionado todas las autorizaciones solicitadas por las comisiones falleras en 2023”

No obstante, el Ayuntamiento de València no aclara en su informe si otro Servicio o Departamento municipal ha incoado algún procedimiento sancionador y no lo ha comunicado al Servicio de Cultura Festiva o si, realmente, no se ha iniciado ningún procedimiento sancionador, a pesar de los incumplimientos detectados. 

El Ayuntamiento de València debe “abrir los correspondientes expedientes sancionadores a las entidades solicitantes de ocupación pública que han incumplido los condicionantes de la ocupación señalados, tal y como ha quedado patente en el material gráfico aportado, denegando el permiso para las Fallas de 2024”.

Por ello, el Síndic ha RECOMENDADO que, en cumplimiento de las Resoluciones de consideraciones emitidas por esta institución con fechas 13/6/2018, 2/7/2019 y 30/6/2022, y a la vista los reiterados incumplimientos que se siguen produciendo todos los años desde las Fallas de 2018, respecto a la colocación de puestos y mercadillos sin respetar la distancia de protección de los inmuebles que integran el patrimonio cultural valenciano, se adopten medidas más efectivas de vigilancia y control para prevenir y, en su caso, sancionar dichos incumplimientos, extendiendo la protección a la fuente de la plaza del Correo Viejo.

Mientras el Ayuntamiento de Valencia no ponga voluntad e interés y siga habiendo una manifiesta y patente descoordinación entre áreas y servicios municipales, no se va a solucionar un problema que lleva arrastrándose desde hace más de un lustro.

El descontrol y la permisividad que, año tras año, vemos durante la celebración de las Fallas debe terminar. Y nuestro consistorio no sólo no debe conceder licencias y permisos a los infractores. Debe sancionarlos, además de realizar las inspecciones estos monumentos y edificios protegidos una vez concedidos los permisos. Mirar para otro lado y hacerse los suecos a posteriori es muy grave y negligente. El Ayuntamiento de Valencia debería estar a la altura de las fiestas y de la ciudad y no lo está.

Un saludo...
Las imágenes son propiedad de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, no permitiéndose su reproducción total o parcial sin citar las fuentes y a los autores originales al estar bajo licencia Creative Commons 3.0. Nuestra entidad no tiene ánimo de lucro, pero exige un mínimo de respeto y comportamiento ético y profesional a los medios de comunicación, partidos políticos, asociaciones cívicas, fundaciones… a la hora de apropiarse de nuestro trabajo y esfuerzo de años.