Buenos días,
El Síndic de Greuges ha emitido las quintas recomendaciones, dirigidas al Ayuntamiento de Valencia, por el estado de abandono y falta de mantenimiento regular en el que se encuentra el refugio antiaéreo de la calle Espada nº22 de Valencia.
Nuestra asociación lleva denunciando las pintadas delictivas en este BRL desde febrero de 2013, hace doce años. Igualmente, hemos reiterado la falta de mantenimiento, limpieza, poda y control de la vegetación de las terrazas desde la misma fecha, sin que las mismas hayan sido atendidas por el Ayuntamiento de Valencia.
En este último expediente de queja, el Ayuntamiento de Valencia vuelve a recurrir únicamente a la orden de ejecución en expediente E 03801 2013 0210, que es del año 2013. Desde esa fecha hasta 2025 no tenemos constancia de que exista ningún otro expediente para que el legítimo propietario del bien retire periódicamente las pintadas, limpie la cubierta y elimine la vegetación y mantenga el BRL en las condiciones que marcan tanto la LPCV 4/1998, como la LOTUP.
Y a las pruebas fotográficas, que durante todos estos años hemos realizado, nos remitimos. En ellas queda patente que durante estos últimos doce años nadie se ha hecho cargo del refugio porque no se han adoptado todas las medidas que sean necesarias para lograr que la propiedad mantenga en un adecuado estado de conservación de este refugio antiaéreo, eliminando la vegetación que crece en el techo, así como las pintadas y los grafitis.
Además, en doce años tampoco tenemos constancia de que el Ayuntamiento de Valencia haya entrado al interior del refugio y realizado la correspondiente inspección para comprobar en qué estado se encuentra. Máxime, cuando las cubiertas se encuentran llenas de vegetación y puede haber filtraciones de agua que terminen dañando la estructura de hormigón armado. Cabe señalar que incluso los refugios restaurados, como el del carrer dels Serrans-Palomino o el que ocupa la Falla de la calle Alta-Ripalda-Sogueros, que tienen problemas de humedades y filtraciones de agua. Si esto es así, cómo se encontrará un refugio que lleva décadas abandonado, sin inspecciones en el interior y sin un mantenimiento regular.
E independientemente del punto en el que se encuentre el "eterno" Programa de Actuación Integrada de la Unidad de Ejecución 2 Seu-Xerea, que llevaba años en tramitación, esto no exime a las administraciones públicas valencianas de incumplir, reiteradamente, sus obligaciones con el patrimonio cultural valenciano, sea este de titularidad pública o privada.
Por lo tanto, queda patente que el Ayuntamiento de Valencia sigue incumpliendo con sus recomendaciones que pedían que: “teniendo en cuenta el dilatado periodo de tiempo transcurrido desde la primera denuncia formulada con fecha 27/6/2013, y en cumplimiento de nuestras tres Recomendaciones de fechas 31/7/2015, 15/7/2016 y 30/5/2018, se adopten todas las medidas que sean necesarias para lograr que la propiedad mantenga en un adecuado estado de conservación el Refugio Antiaéreo de la calle Espada nº 22 de Valencia, eliminando la vegetación que crece en el techo, así como las pintadas y los grafitis, e impulsando de oficio la tramitación del programa de actuación integrada y el proyecto de reparcelación con la finalidad de adquirir su propiedad y acometer cuanto antes su rehabilitación y puesta en valor”.
Insistimos en la necesidad del cumplimiento íntegro de las cuatro recomendaciones que el Síndic ya ha emitido, sin más excusas y dilaciones, solicitando al Ayuntamiento de Valencia que cumpla y haga cumplir, al legítimo propietario del refugio de la calle Espada, el ordenamiento jurídico vigente en materia de patrimonio cultural (LPCV 4/1998) y de urbanismo (LOTUP), eliminando regularmente la vegetación que crece en el techo, así como las pintadas y grafitis delictivos, presentes en la fachada de este BRL, además de poner los medios necesarios para evitar estos delitos contra el patrimonio histórico y cultural, identificando y llevando ante la justicia a los responsables. Un bien patrimonial de estas características no puede presentar permanentemente este estado de degradación y abandono.
Además de las medidas solicitadas, le hemos propuesto al Ayuntamiento de Valencia una posible solución contra el problema de las pintadas delictivas que se producen en el exterior. Se podría colocar una valla perimetral, con la altura suficiente, que impida que los grafiteros lleguen a los muros. También podrían señalizar el BRL para indicar que se trata de un bien patrimonial y que pintarlo supone un delito contra el patrimonio tipificado en el Código Penal.
El Síndic, en sus conclusiones de investigación recuerda que, "Como es sabido, el primer escrito de queja que se presentó en esta institución sobre los hechos denunciados fue con fecha 27/6/2013, es decir, hace casi 9 años (expediente nº 1316903). Posteriormente, esta institución ha emitido cuatro recomendaciones con fechas 31/7/2015 (queja nº 1503345), 15/7/2016 (queja nº 1601912), 30/5/2018 (queja nº 1800836) y 17/5/2022 (queja nº 2200632), sin que el problema se haya solucionado hasta el momento".
Y concluye: "Si bien es cierto que el Ayuntamiento de Valencia ha informado ahora con ocasión de la tramitación de este expediente de queja que “la reparcelación de dicha unidad donde se ha incluido el refugio se encuentra en tramitación”, no lo es menos que, hasta que se apruebe definitivamente dicho proyecto de reparcelación y el Ayuntamiento se convierta en propietario del refugio, esta entidad local debe seguir requiriendo al propietario del inmueble para que lo mantenga en unas adecuadas condiciones de conservación".
Por todo lo anterior, ha RECOMENDADO que, teniendo en cuenta el dilatado periodo de tiempo transcurrido desde la primera denuncia formulada con fecha 27/6/2013, y en cumplimiento de nuestras cuatro Recomendaciones de fechas 31/7/2015, 15/7/2016, 30/5/2018 y 17/5/2022, se adopten todas las medidas que sean necesarias para lograr que la propiedad mantenga en un adecuado estado de conservación el Refugio Antiaéreo de la calle Espada nº 22 de Valencia, eliminando la vegetación que crece en el techo, así como las pintadas y los grafitis, y valorando la posible solución planteada por el autor de la queja, sin perjuicio de seguir impulsando de oficio la tramitación del programa de actuación integrada y el proyecto de reparcelación con la finalidad de adquirir su propiedad y acometer cuanto antes su rehabilitación y puesta en valor.
Nuestro ayuntamiento lleva años omitiendo sus obligaciones legales con el patrimonio cultural, escudándose en el Programa de Actuación Integrada de la Unidad de Ejecución 2 Seu-Xerea y el proyecto de reparcelación con la finalidad de adquirir su propiedad y acometer cuanto antes su rehabilitación y puesta en valor.
Durante estos nueve años sólo se ha llevado a cabo una una actuación básica en 2013, tras nuestra primera denuncia, y que ha servido como comodín para repetir hasta la saciedad esa orden de ejecución, como si con ella ya hubieran cubierto el expediente. Nada más lejos de la realidad, pues el bien ha estado abandonado y desatendido por su legítimo propietario y por el propio Ayuntamiento de Valencia que no ha llevado a cabo las acciones requeridas, como si el asunto no fuera con ellos.
Hay áreas y servicios municipales muy reacias a actuar y que centran sus esfuerzos en cómo escurrir el bulto, valiéndose de una serie de excusas absurdas y desmontadas en infinidad de expedientes de queja y en algunas ocasiones, retorciendo al máximo la legislación en materia de patrimonio cultural y urbanismo, interpretándola a su conveniencia. Y se mire por donde se mire, el estado de este BRL no cumple ni con la LOTUP, ni con la LPCV 4/1998, ni con la normativa del PEP de Ciutat Vella de 2020. Ya le pueden dar las vueltas que quieran darle, que no cuela, ni con calzador.
Un saludo...
El texto y las imágenes son propiedad de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, no permitiéndose su reproducción total o parcial sin citar las fuentes y a los autores originales al estar bajo licencia Creative Commons 3.0. Nuestra entidad no tiene ánimo de lucro, pero exige un mínimo de respeto y comportamiento ético y profesional a los medios de comunicación, partidos políticos, asociaciones cívicas, fundaciones, etc… a la hora de usar sin permiso nuestro trabajo.