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Recomendaciones del Síndic de Greuges al Ayuntamiento de Valencia por el estado de ruina de la alquería del Mantot

Buenas tardes,

Nuevamente, las consideraciones y las recomendaciones del Síndic de Greuges ponen en duda la efectividad de las multas coercitivas que impone el Ayuntamiento de Valencia y dejan en evidencia que la actividad municipal desplegada hasta el momento no ha sido suficiente para evitar la progresiva degradación y el empeoramiento del estado de conservación de la Alquería del Mantot, que ya forma parte de la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra.

El 17 de mayo de 2024 denunciamos por RGE el mal estado y la ruina de la alquería del Mantot, situada en el Camí de les Escoles de Malilla, del barrio de Malilla. Un edificio con valor patrimonial y con un nivel actual de protección 2 en el PGOU de Valencia. La alquería se encuentra inventariada, dentro de las fichas de elementos arquitectónicos del Plan de Acción Territorial de Protección de la Huerta de Valencia, con el código P.A..T: EPA_15.03. 

El diario Levante-Emv publicó en fecha de 15 de agosto de 2019, hace más de cinco años, que el Ayuntamiento de Valencia trataba infructuosamente desde el año 2013 que su propietario, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), cumpliera con su obligación de rehabilitarla, pero la entidad dependiente del Ministerio de Fomento estaba esquivando desde entonces su responsabilidad a base de recursos y alegaciones que ha ido perdiendo de manera sistemática. La última resolución, a la que tuvo acceso el Grupo Municipal Ciudadanos, data del 17 de julio del 2019, y en ella se ordenaba por tercera vez a Adif que restaurara inmediatamente el inmueble con nivel de protección 2; de lo contrario, la entidad gestora de los trenes será multada.

Desde esa fecha no tenemos más noticias, a pesar que ADIF, su legítimo propietario, lleva años incumpliendo el artículo 189 del Decreto Legislativo 1/2021, de 18 de junio, del Consell de aprobación del texto refundido de la Ley de ordenación del territorio,  urbanismo  y  paisaje (LOTUP),  que señala que las  personas  propietarias  de  construcciones  y  edificios  deberán  mantenerlos  en condiciones  de  seguridad,  funcionalidad  y  habitabilidad,  realizando  los  trabajos  y  obras  necesarias  para  conservar dichas condiciones o uso efectivo que permitan obtener la autorización administrativa de ocupación o título equivalente para el destino que les sea propio. 

Por lo tanto, ADIF es el máximo responsable del estado de ruina, abandono y destrucción en el que se encuentra el bien. El edificio amenaza ruina, pues ha sufrido algún incendio. Las vigas de madera están calcinadas, han desaparecido prácticamente la totalidad de los forjados de bóvedas de revoltones y de la planta plantas superior, al igual que el tejado a un agua. Su estado es crítico y necesita una actuación urgente.

El Servicio de Planeamiento del Ayuntamiento de Valencia realizó una interpretación manifiestamente sesgada y errónea afirmando que: "la interpretación que se realiza en la queja de que el mal estado de las alquerías es consecuencia del nivel de protección 2, y que podría evitarse con un mayor nivel de protección, proponiendo que sea BRL, pone de manifiesto que se confunden los valores patrimoniales intrínsecos al bien inmueble, que son los responsables del nivel de protección, con el estado de, siendo obligado su adecuado mantenimiento y conservación, conservación de los mismos independientemente del nivel de protección".

Este tipo de interpretaciones "de parte", suelen realizarse cuando no se quieren asumir responsabilidades por lo que ha pasado y cuando no existen argumentos convincentes y de peso para justificar una nefasta gestión y protección de nuestro patrimonio cultural

Cabe recordar que un mayor nivel de protección, incluyendo la alquería en el Catálogo como BRL, hubiera hecho que fuera de obligatorio cumplimiento la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano 4/1998, que afecta y se aplica a los BIC y a los BRL, pero no a los niveles de protección 2 del PGOU, como es el caso de esta alquería.

Cuando el Ayuntamiento de Valencia afirma que es obligado su adecuado mantenimiento y conservación de los mismos, independientemente del nivel de protección, debe referirse a otro bien y no a la alquería de Mantot, a tenor del estado en el que se encuentra el bien, en ruina y por los suelos. El nivel de protección 2 del PGOU ha sido claramente insuficiente para garantizar su adecuado mantenimiento, conservación e integridad.

Es más que evidente, no siendo necesario un mayor esfuerzo interpretativo, que el nivel de protección 2 en el PGOU de Valencia es y ha sido claramente insuficiente y no ha garantizado la protección de la alquería, tal y como puede comprobarse en su estado más absoluto de ruina.

El Servicio de Disciplina Urbanística asegura, además, que no existe la presunta inactividad del Ayuntamiento de Valencia que podría afectar al derecho a la protección del patrimonio cultural (…); por cuanto existe un expediente administrativo por deficiencias de la edificación de dicha alquería, ubicada en Camino de Gallineta nº 13, en el que consta tanto la adopción de medidas precautorias de seguridad por parte del Ayuntamiento, en vía de ejecución subsidiaria y a costa de la propiedad obligada, como la orden dirigida a la titular del inmueble para que solicite licencia de obras de intervención para su reparación integral; ante cuyo incumplimiento, esta administración municipal ha impuesto y liquidado hasta la fecha -en contra de lo alegado por el titular de la queja- dos multas coercitivas por importe de 7.719,16 euros cada una de ellas (correspondiente al 10% del coste estimado de las obras de reparación de los elementos catalogados, de acuerdo con lo prescrito por los artículos 189 y 192 del Decreto Legislativo 1/2021, de 18 de junio, del Consell, de aprobación del texto refundido de la Ley de ordenación del territorio urbanismo y paisaje de la Comunidad Valenciana). 

En esta línea, las últimas actuaciones que se han llevado a cabo en el procedimiento tramitado por el servicio de Disciplina Urbanística han consistido en:

- Una inspección ocular por parte de los técnicos municipales, emitiendo informe en fecha 27 de junio de 2024, para constatar que las medidas de seguridad adoptadas por las adjudicatarias municipales en la alquería no han sido alteradas.

- La concesión a la propiedad del preceptivo trámite de audiencia previa a la propuesta de resolución de imposición de la tercera multa coercitiva, en fecha 4 de octubre de 2024, como medida de ejecución forzosa de lo ordenado. Asimismo, se le requiere la aportación de certificado de seguridad actualizado, en un plazo máximo de quince días, acreditativo de que con las medidas precautorias adoptadas el edificio reúne las debidas condiciones de seguridad en tanto se lleve a cabo la intervención definitiva, bajo apercibimiento ejecución subsidiaria en caso de incumplimiento.

Sin embargo, el Síndic ya ha dejado patente la escasa o nula efectividad de las multas coercitivas (Expte. de queja nº 2401918 sobre la alquería de Serra). Además, el Ayuntamiento de Valencia, habla sólo de dos multas coercitivas, pero no menciona las fechas de las mismas, cuánto han pasado entre la primera y la segunda multa, etc. y todo ello en relación a las décadas de abandono que lleva sufriendo esta alquería (¿del 2013 al 2024?). 

Por lo tanto, queda patente la inactividad del consistorio, quien a pesar de las supuestas medidas que dice haber tomado o estar tomando, ha sido incapaz durante todos estos años de que el legítimo propietario realice la rehabilitación integral de la alquería de Mantot, y de asegurarse que el bien no llegará a estar en el lamentable estado de ruina en el que se encuentra a fecha de hoy. 

La acción del Ayuntamiento de Valencia no puede quedarse única y exclusivamente en la realización de actuaciones precautorias y en la imposición, completamente inefectiva, de multas coercitivas (hasta 10, tal y como se nos respondió en el expte. nº 2401918). Ha quedado sobradamente demostrado que ninguna de las medidas tomadas ha evitado el actual estado de ruina del inmueble.

El Ayuntamiento de Valencia, además, pasa por alto y se olvida de que ADIF, su legítimo propietario, lleva años incumpliendo el artículo 189 del Decreto Legislativo 1/2021, de 18 de junio, del Consell de aprobación del texto refundido de la Ley de ordenación del territorio,  urbanismo  y  paisaje (LOTUP), así como la anterior legislación en materia de urbanismo,  que señala que las  personas  propietarias  de  construcciones  y  edificios  deberán  mantenerlos  en condiciones  de  seguridad,  funcionalidad  y  habitabilidad,  realizando  los  trabajos  y  obras  necesarias  para  conservar dichas condiciones o uso efectivo que permitan obtener la autorización administrativa de ocupación o título equivalente para el destino que les sea propio. 

Por lo tanto, la supuesta garantía de protección de la alquería de Mantot, así como la supuesta consideración y el interés de la Administración por la cautela y protección del Patrimonio Cultural Valenciano queda claramente en entredicho, pues la misma sólo se ve reflejada sobre el papel, pero no así por la integridad de un inmueble que está apuntalado, sin cubierta y en un estado de ruina inaceptable, incluso para ese nivel de protección 2 que recoge el PGOU de Valencia.

El Síndic es muy claro y conciso en las conclusiones de su investigación. Recuerda que el 10/9/2024 esta institución requirió al Ayuntamiento de Valencia una copia del informe técnico que justifica la improcedencia de catalogar a la Alquería del Mantot como bien de relevancia local.  Y apunta que en contestación a esta cuestión, en el informe municipal remitido, se indica que “en coherencia con el criterio de los diversos equipos multidisciplinares que lo han analizado en cada uno de los catálogos mencionados (Catálogo PGOU-88, Catalogo estructural 2015 y Catálogo del Plan de Acción Territorial de Protección de la Huerta de Valencia, actualmente en trámite). Estos equipos multidisciplinares consideraron, en coherencia con los criterios utilizados para la valoración de los bienes de todo el municipio, que debían protegerse con Nivel 2, utilizando criterios comunes y homogéneos, lo que garantiza objetividad y rigor”.

Sin embargo, no se ha facilitado una copia de las consideraciones efectuadas por dichos equipos multidisciplinares en relación con la Alquería del Mantot para conocer las concretas razones y los criterios utilizados para sostener que era suficiente con la protección de nivel 2. 

Por otra parte, el autor de la queja manifiesta que “en doce años, nuestro consistorio sólo ha sido capaz de imponer 2 multas coercitivas, a pesar del reiterado y manifiesto incumplimiento de las obligaciones legales de ADIF. Por ende, reiteramos la clara y manifiesta inactividad del Ayuntamiento de Valencia durante estos doce años, que se ha traducido con la degradación y ruina de un bien que debería haber sido catalogado como BRL y que ahora, por esta inacción de todas las partes implicadas, ha perdido esos valores patrimoniales intrínsecos al bien inmueble, que son los responsables del nivel de protección”. 

En este sentido, teniendo en cuenta el estado actual del inmueble, resulta evidente que la actividad municipal desplegada hasta el momento no ha sido suficiente para evitar la progresiva degradación y el empeoramiento del estado de conservación de la Alquería del Mantot.  

Por todo ello, el Síndic RECOMIENDA que se detallen al autor de la queja las consideraciones efectuadas por los distintos equipos multidisciplinares con la finalidad de que pueda conocer las concretas razones y los criterios utilizados para mantener el nivel 2 de protección del inmueble, y se sigan ordenando todas las medidas que sean necesarias en relación con el estado de conservación de la Alquería del Mantot. 

Quedamos a la espera de la respuesta y a que se facilite la información sobre esas razones y criterios para mantener sólo un nivel de protección 2 en esa alquería. Seguimos esperando una mayor transparencia por parte de un Ayuntamiento de Valencia que resulta cada día más opaco y más pendiente de tapar, con excusas cada vez peores, su manifiesta incapacidad a la hora de proteger y recuperar el patrimonio cultural de nuestra ciudad.

Un saludo...

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