Hola bloggeros,
la edición digital de las Provincias abre con esta noticia que viene de muy lejos.
Esta mañana tras volver de la E.O.I he pasado por delante de la puerta del San Pío y me ha llamado poderosamente la atención el estado, cada vez peor, de la fachada así como el exterior donde se encuentran diversos restos arqueológicos esparcidos por el suelo. La vegetación ha empezado a apoderarse del recinto y en pocos meses se asemejará a una selva donde habrán restos arquitectónicos escondidos entre la maleza.
La situación va a peor y, una vez más, lamentamos profundamente el abandono significativo de una de las pinacotecas más importantes del país.
Esperamos que lo solucionen pronto y no tengamos que lamentar mayores daños.
Un saludo.
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Una grieta en el interior de la Tate Modern de Londres acaparó la mirada del arte en 2007. Su autora fue la colombiana Doris Salcedo, quien obtuvo el Premio Velázquez en su última edición. La malla metálica que cubre la fachada principal del Museo San Pío V, el único acceso al centro cultural habilitado para los visitantes, no es una obra artística de ningún escultor. Al contrario. Es el símbolo del abandono. Nadie ganará un galardón por la conservación del edificio que alberga la segunda pinacoteca nacional en cuanto a fondos artísticos se refiere.
El Bellas Artes de Valencia urge una inyección de atención institucional y mimos económicos para un enfermo cultural que ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos hace años. El Gobierno central retrasa 'sine die' la V fase de ampliación, que es la única medicina que puede sanar al museo. Las obras, que son competencia del Ejecutivo nacional porque el centro es de titularidad estatal, incluyen, entre otras actuaciones, la rehabilitación de la fachada del edificio, donde incluso ha brotado una pequeña higuera. La vida orgánica nace incluso en las peores condiciones.
Los desperfectos en el frontis del San Pío V son numerosos. Si fueran una obra de arte merecerían una guía turística que fuera analizándolos y detallándolos. No es el caso, pero valgan dos ejemplos apreciables a simple vista: el zócalo de la fachada está tan gastado que ha dejado a la vista los ladrillos y los remates del friso superior están erosionados. Este «estado lamentable» del Bellas Artes ha sido comunicado por el Cercle Obert de Benicalap al Consell Valencià de Cultura, a donde la entidad ciudadana acudirá el próximo lunes.
Sólo el Ministerio de Cultura puede subsanar este deterioro con la aprobación de la V fase de la ampliación del San Pío V. Y, según la Conselleria de Cultura, el Ejecutivo central no tiene prisa por evitar que el enfermo cultural continúe en la UCI. De momento, el verano, la época del año en que Valencia recibe más números de visitantes que buscan, además del sol y playa, el arte de los museos, se toparán con la peor cara del Bellas Artes.
El departamento que dirige Ángeles González Sinde presupuestó en un millón y medio de euros los trabajos de la V fase de ampliación del San Pío previstos para este año. De tal cantidad, se destinará 592.000 euros a la redacción del proyecto que, según los cálculos de la Conselleria de Cultura, estará listo el próximo mes de octubre.
Hasta que la propuesta no esté en negro sobre blanco no se podrá licitar las obras y, en la institución de la Avenida de Campanar, tienen ciertas dudas de que la redacción de los trabajos se retrase aún más. Además temen que los recortes de Zapatero alcancen la inversión cultural en una de las joyas museísticas de la Comunitat.
El resto del importe previsto para el Bellas Artes de Valencia en los Presupuestos Generales de 2010, alrededor de 900.000 euros, «se pierde», según la cartera de Trini Miró. Y no es la única partida que se desvanece en la nada. Las cuentas de la Generalitat cifran en 2.400.000 euros el montante económico se ha dejado de invertir en el San Pío durante la presente legislatura.
El Bellas Artes de Valencia urge una inyección de atención institucional y mimos económicos para un enfermo cultural que ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos hace años. El Gobierno central retrasa 'sine die' la V fase de ampliación, que es la única medicina que puede sanar al museo. Las obras, que son competencia del Ejecutivo nacional porque el centro es de titularidad estatal, incluyen, entre otras actuaciones, la rehabilitación de la fachada del edificio, donde incluso ha brotado una pequeña higuera. La vida orgánica nace incluso en las peores condiciones.
Los desperfectos en el frontis del San Pío V son numerosos. Si fueran una obra de arte merecerían una guía turística que fuera analizándolos y detallándolos. No es el caso, pero valgan dos ejemplos apreciables a simple vista: el zócalo de la fachada está tan gastado que ha dejado a la vista los ladrillos y los remates del friso superior están erosionados. Este «estado lamentable» del Bellas Artes ha sido comunicado por el Cercle Obert de Benicalap al Consell Valencià de Cultura, a donde la entidad ciudadana acudirá el próximo lunes.
Sólo el Ministerio de Cultura puede subsanar este deterioro con la aprobación de la V fase de la ampliación del San Pío V. Y, según la Conselleria de Cultura, el Ejecutivo central no tiene prisa por evitar que el enfermo cultural continúe en la UCI. De momento, el verano, la época del año en que Valencia recibe más números de visitantes que buscan, además del sol y playa, el arte de los museos, se toparán con la peor cara del Bellas Artes.
El departamento que dirige Ángeles González Sinde presupuestó en un millón y medio de euros los trabajos de la V fase de ampliación del San Pío previstos para este año. De tal cantidad, se destinará 592.000 euros a la redacción del proyecto que, según los cálculos de la Conselleria de Cultura, estará listo el próximo mes de octubre.
Hasta que la propuesta no esté en negro sobre blanco no se podrá licitar las obras y, en la institución de la Avenida de Campanar, tienen ciertas dudas de que la redacción de los trabajos se retrase aún más. Además temen que los recortes de Zapatero alcancen la inversión cultural en una de las joyas museísticas de la Comunitat.
El resto del importe previsto para el Bellas Artes de Valencia en los Presupuestos Generales de 2010, alrededor de 900.000 euros, «se pierde», según la cartera de Trini Miró. Y no es la única partida que se desvanece en la nada. Las cuentas de la Generalitat cifran en 2.400.000 euros el montante económico se ha dejado de invertir en el San Pío durante la presente legislatura.
Fuente: Las Provincias