Buenas tardes blogger@s,
hoy queremos hacer una amplia reflexión sobre el papel que juegan l@s ciudadan@s en el patrimonio cultural valenciano y la percepción que como sociedad tenemos sobre el estado real del mismo. Una reflexión profunda después de más de 3 años dedicados en cuerpo y alma a la defensa y difusión de nuestros bienes culturales que pretende sacar a la luz que cosas estamos haciendo bien, pero también y sobretodo que cosas estamos haciendo mal.
La primera pregunta que nos viene a la mente es: ¿Qué hacen exactamente los ciudadan@s de una urbe como Valencia para conocer, difundir y proteger el patrimonio cultural de sus barrios, calles y ciudad? Y si lo hacen, ¿De qué manera lo hacen?
Quizás, l@s ciudadanas optemos primeramente por informarnos a través de los medios de comunicación escritos tradicionales, los medios digitales, las redes sociales, etc. Saber un poco más sobre estos asuntos a través de las noticias que aparecen delante de nuestros ojos.
¿Pero es suficiente y sobretodo, es veraz lo que nos cuentan?
Desde la experiencia podemos afirmar que no siempre es así y que en demasiadas ocasiones la realidad aparece desdibujada y deformada. Somos conscientes de que algunos de estos medios de comunicación al uso manipulan esta información a su antojo, mostrando sólo aquello que quieren que veamos y de la forma en la que quieren que lo veamos. A estas alturas de la película, a nadie le sorprende que detrás de estos emporios de la información se escondan intereses particulares y de partidos políticos de todos los colores que suelen barrer para casa y que, hábilmente, adulteran en colaboración con algunos periodistas, la información dada. Un hecho que se repite en noticias de diversa índole y no sólo en el terreno cultural.
Por poner algunos ejemplos nos preguntamos ¿Cuántas veces nos hemos encontrado con noticias sobre patrimonio que no citan a la entidad que ha dado la cara y que ha peleado, pero sin embargo ponen en relieve las siglas de un partido que ha copiado y pegado el contenido de esas denuncias? ¿Cuántas veces se ha expuesto que la administración pública procede a rehabilitar un bien por arte de magia o del Espíritu Santo? Muchos pensaran que es por motivos electorales, de motu propio, etc. Pero esto no siempre es así. Detrás suele haber un proceso administrativo largo y tedioso que algunos casos supera los 24 meses hasta agotarlo y verse en la obligación de recurrir a la vía legal. Estos hechos no son siempre recogidos por los medios de comunicación por razones obvias. Deja en entredicho el buen hacer y la profesionalidad de una administración pública que hace aguas por todos los lados y a una oposición que, aún teniendo infinidad de asesores, anda perdida y deambulando por una realidad que desconocen totalmente.
Luego de leer y analizar toda esta información, en ocasiones contradictoria y parcial, creemos que una buena parte de l@s ciudadan@s optan por escribir un tweet o lo retweetamos, poner un comentario en Facebook o darle a me gusta, redactar un post como este o, directamente, plasmar una queja en el propio diario lamentándose y quejándose de lo mal que está todo y preguntándose por qué "nadie" hace nada. Parece que nos quedemos sólo ahí. En la denuncia virtual. Sin más...
Ya lo hemos comentado en innumerables ocasiones, pero todas estas acciones descritas anteriormente no sirven para nada si no van acompañadas de una denuncia por escrito usando la vía administrativa de forma correcta e inteligente. Se ha demostrado como una herramienta eficaz en la lucha contra el abandono del patrimonio cultural. Ahora sólo tenemos que atrevernos a usarla. Son la mejor arma que tenemos y por eso reiteramos la importancia de usarla.
Y a propósito de "nadie". ¿Alguien se ha planteado alguna vez quién es ese "nadie"? ¿Acaso no somos toda la sociedad ese "nadie"? Como ciudadan@s creemos que nos estamos preguntando de forma errónea por ese "nadie" sin darnos cuenta que es aquél que se presenta delante nuestro en el espejo. Somos tod@s y cada un@ de nosotr@s.
Por ello, deberíamos plantearnos lo que tendríamos o podríamos hacer nosotros primero. Aquí, y creemos que esto es clave, es donde estamos fallando tod@s. Cedemos la responsabilidad y las obligaciones a los demás de forma imprudente, sin que "nadie" se atreva a dar ese primer paso ¿A qué tenemos realmente miedo? Es importante tomar las riendas y tener la madurez y la capacidad suficiente como sociedad para saber que en estos momentos de profunda crisis y de desconfianza absoluta hacia las instituciones, tenemos que ser nosotros los que demos la cara por nuestro patrimonio cultural. Nadie va a llegar milagrosamente y va a solucionar los problemas de un plumazo.
Igualmente. consideramos positivo salir a conocer de primera mano el patrimonio de nuestra ciudad, barrio por barrio, calle por calle. Que no nos lo cuenten. Veámoslo con nuestros ojos para apreciar el gran número de bienes deteriorados que están ocultos y que no ven la luz. Asimismo, debemos tener una visión de conjunto y no sesgada, haciendo en ocasiones la guerra por separado y mostrando una insolidaridad preocupante hacía los demás. Este es otro de los grandes handicaps a los que nos enfrentamos y uno de los escollos más complicados de salvar. No es imposible, pero si muy difícil.
Os dejamos pues con vuestras reflexiones y esperamos vuestros aportes que, de seguro, enriquecerán la forma de entender y comprender la realidad de nuestro patrimonio y abrirá nuevas vías en la lucha eficaz contra una administración y una sociedad demasiado pasivas e indolentes.
Cambiemos el chip tod@s ;)
Un saludo y larga vida al patrimonio cultural de l@s valencian@s.