hace unos meses publicamos los avances en el proceso de restauración que se estaba llevando a cabo en la Basílica de la Virgen de Valencia, sobretodo en las fachadas laterales donde se estaba recuperando la pigmentación original de la piedra. A fecha de hoy las obras se concentran en la cubierta y en la fachada principal de la plaza de la Virgen, a la espera de que Cultura se decida por el color definitivo que mostrarán sus muros.
La restauración está eliminando elementos impropios, añadidos a posteriori y a lo largo del siglo pasado sobretodo, y a cambiar parte del tejado donde los aleros han sido emplomados para que las palomas resbalen y no se puedan posar (evitaremos el daño causado por los excrementos de estas aves). La intención es que para navidad esté prácticamente todo acabado (almenos la partes donde haya andamios colocados) a la espera de una nueva inyección económica para continuar las obras.
Seguiremos atentos al devenir de las mismas.
Saludos...
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Eliminar una grieta en una fachada de la Basílica de la Virgen, entre el edificio principal y el anexo, fue el motivo de la restauración, como recuerda el arquitecto Jorge Amigo. Catorce años después de la presentación del primer proyecto, las obras acometen ahora uno de sus cambios principales, tanto en la cubierta como en su aspecto exterior. Para las fiestas navideñas, la previsión es que todo esté terminado, sin andamios y a la espera de más fondos para seguir la intervención en otras zonas.
La fundación que gestiona y financia las obras cumple los objetivos poco a poco, conforme llegan los fondos. El encargado de la ejecución de la obra, el arquitecto técnico Jaime Martínez, subraya en una visita de LAS PROVINCIAS a la zona del edificio en obras que no se ha tenido que interrumpir el culto ni una vez desde que empezó la intervención actual. «Los trabajos de más ruido los dejamos para la hora de comer o hacia la noche, cuando ya no molestan». A su espalda, los operarios seguían con el desmontaje de toda la cubierta que recae a la plaza de la Virgen, donde se colocarán tejas en lugar de la rasilla plana actual.
Esa es la tarea que concentra ahora el encargo de la Fundación. El Ayuntamiento, propietario del enorme toldo que cubre la plaza los días de calor que coinciden con un acto festivo, decidió sustituir la máquina y la propia tela debido a su degradación y a los inconvenientes que generaba en esta fachada, con más grietas que en la que da a la plaza de la Almoina. En marzo, indica Martínez, se pondrá en servicio el nuevo toldo, durante la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados.
Debido a la retirada de la rasilla, una cubierta metálica cubre el tejado, para evitar el riesgo de entradas de agua. El tambor y la cúpula ya están restaurados, lo mismo que la nave central. Faltará en las sucesivas fases diversas capillas, el deambulatorio y nuevas salas para el museo mariano.
También hay una parte importante del trabajo que no verá el público. Es el caso de una trinchera alrededor de la base de la cúpula donde se colocará todo el cableado. La idea es dejar la cubierta lo más despejada posible, para facilitar además el mantenimiento.
Martínez indicó que el próximo año se abrirán otras tres salas del museo, tras lo que faltará el Camarín, quizá una de las zonas más emotivas del templo. A partir de septiembre se empezará a trabajar en la fachada principal, que cambiará de color al igual que las del resto del edificio.
Corresponde a la Conselleria de Cultura decidir el color, aunque los dos arquitectos citaron la referencia al ladrillo que ha salido a la luz tras la limpieza en las puertas y ventanas. Del amarillo al rojo, con la elección más que probable de este último pigmento, idéntico al del tambor de la cúpula.
El mismo cuidado se ha tenido con la reposición de las tejas y el añadido de nuevas. Estas últimas estarán en la parte más alejada de los aleros y serán fabricada por la firma Tejas Borja, que ha realizado un estudio cromático de las actuales para hacerlas idénticas.
Fuente: Las Provincias