Buenas tardes bloggeros,
en la edición digital de hoy del diario Levante-Emv, podemos leer sobre la próxima inauguración de un hotel con restos de la muralla árabe de Valencia, parte de una torre vigía (que por su ubicación sería vecina de la famosa Torre de Alí Bufat, dónde se colgó el Pendó de la Conquesta en 1238) y algún grafiti del siglo XIII.
El futuro Hotel se halla próximo al antiguo Palacio del Temple, hoy sede de la Delegación del Gobierno. Concretamente en la calle Almirante nº14.
Estaremos atentos a si inauguración el próximo mayo.
Un saludo...
Restos muralla árabe integrados en el Hotel
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Las obras de rehabilitación realizadas en el Palacio del Marqués de Caro, para convertirlo en un hotel de lujo que será inaugurado en mayo, ha permitido restaurar y poner en valor unos 30 metros de la muralla árabe de Valencia así como parte de una torre vigía de la misma época. Ambos vestigios arqueológicos están perfectamente integrados hoy con el resto de instalaciones del hotel —como las habitaciones superiores— y con el restaurante de alta cocina, que regenta el chef Ricard Camarena, en la parte baja del edificio.
Además, tal como comenta uno de los propietarios del complejo turístico, Santiago Máñez, las edificaciones de la época almohade se complementan con el edificio del antiguo palacio del Marqués de Caro, de estilo gótico, que empezó a construirse en el siglo XIII y cuyas sucesivas ampliaciones llegan al siglo XIX, combinando estilos eclécticos y renacentistas. Máñez, a la sazón abogado y arqueólogo, explica que la defensa árabe situada en el interior del hotel mide unos 8 metros de altura por 30 de largo. En la parte superior, si se mira desde el interior del hall del restaurante, se conservan las argollas de las caballerizas que ahora han quedado situadas a más de 4 metros de altura, adosadas a la pared. No en vano, para sacar a la luz todos los vestigios, «hubo que excavar 3,20 metros en el suelo, extrayendo más restos árabes y otros de origen romano».
Máñez recuerda que fue él mismo quien descubrió, por casualidad, «un contrafuerte» apoyado en un muro de unos 3 metros de ancho, que le hizo pensar que podía haber restos de más importancia debajo. «Empezamos a picar y descubrimos que el material era tapial, una mezcla de tierra y grava que utilizaban los musulmanes… Luego, conforme los arqueólogos empezaron a trabajar empezaron a aparecer más elementos: el arco gótico, el resto de un palacete contiguo, la muralla y demás estructuras de interés», señala.
Desde el primer momento, «nuestro objetivo de rehabilitar un conjunto monumental para un uso turístico cambió sustancialmente pues el presupuesto se duplicó. Pero ha valido la pena porque hemos contribuido a recuperar el patrimonio de los valencianos y además ofrecemos un valor añadido a nuestros clientes: poder dormir y cenar en un edificio de más de 800 años de antigüedad».
Todo el trazado de la muralla árabe que rodeaba la ciudad tiene la consideración de BIC por lo que cuando se confirmó el hallazgo, los propietarios del edificio tuvieron que comunicarlo a la Conselleria de Cultura y pusieron en marcha el proceso de recuperación de todos los restos. Las excavaciones se prolongaron desde mediados de 2005 a 2008, y en ella participaron los arqueólogos Bruno Ribes, Javier Máñez y Víctor Bueso. Una de las curiosidades que ofrece el conjunto es que en uno de los salones del restaurante se han encontrado unas inscripciones de la época musulmana. «Son lo que llamamos —dice Máñez— unos graffittis del siglo XIII».
El restaurante —denominado Arc Ricard Camarena— está en funcionamiento hace un mes y es uno de los mejores de España. El hotel, que aspira a conseguir las 5 estrellas, será inaugurado en los próximos meses. Todo el complejo linda pared con pared con el antiguo Palacio del Temple, hoy sede de la Delegación del Gobierno.
Fuente: Levante-Emv