Buenas tardes bloggeros,
que lejos quedan aquellos gloriosos días en los que el recién inaugurado museo de la Almoina lucía orgulloso sus limpios y relucientes cristales que permitían no solo ver los restos arqueológicos, sino también el reflejo del cielo mediterráneo en perfecta fusión con las siluetas de la Catedral y de la Basílica.
Más lejos aún cuando, en el año 2009, fue el 2º mejor museo europeo con sus novísimas y perfectas instalaciones... pero ahora, la historia a cambiado.
El sábado, visitando el museo con mi pareja y con una amiga que venía desde Suiza para disfrutar de la ciudad, pudimos ver el deterioro, no solo exterior (el agua sigue igual o más sucia), sino del interior. Ya no se trata solo de los audiovisuales que no funcionan o si lo hacen es a ráfagas. Ahora la instalación tiene goteras en sitios donde antes no las había (las de al lado del Ninfeo llevan almenos 3 años y no se han solucionado todavía). Hablo de auténticas estalactitas en el techo que a este paso ya están formando estalagmitas en el suelo. Lo más doloroso de este asunto es que se están produciendo justo encima del Decumanus Maximus (la calzada que cruzaba Valencia de Este a Oeste en época romana), muy cerca de su cruce con el Cardus Maximus (eje Norte-Sur). La calcita y minerales que se van depositando poco a poco dañarán de forma irreversible a esta losa que forma parte del Decumanus. Sorprendido ante el hallazgo fue inmediatamente a comunicarlo. Mientras tanto mi cabeza iba preguntándose como era posible que no se hubieran percatado (una vez más, ¡imposible!).
Llegué al mostrador y ¿sabéis cual fue la respuesta de la funcionaria que estaba al cargo esa tarde?: Ya lo sabemos, estamos al tanto. Tiene que venir el ingeniero. Esta semana vendrá. La gotera lleva pocos días...
La cara de la pobre chica intentando explicarme (o convencerme) el asunto era un poema ante mi cara de incredulidad (tendría que haberlo grabado en vídeo) frunciendo el ceño cada vez más conforme escuchaba las distintas respuestas.
Después de todo esto siempre me pregunto (¿por qué me extraño a estas alturas):
La cara de la pobre chica intentando explicarme (o convencerme) el asunto era un poema ante mi cara de incredulidad (tendría que haberlo grabado en vídeo) frunciendo el ceño cada vez más conforme escuchaba las distintas respuestas.
Después de todo esto siempre me pregunto (¿por qué me extraño a estas alturas):
1. ¿Se piensan que a estas alturas nos chupamos el dedo? - Por lo visto sí. Están convencidos de que somos tontos.
2. ¿Alguien se puede creer que por el avanzado estado de semejante gotera lleva solo unos días? - Evidentemente sí. Sobretodo la funcionaria y el técnico o ingeniero/s que nunca llega/n (ni creo que lleguen).
3. ¿Se necesita un ingeniero para solucionar una gotera? - Más todavía. Se necesita a un grupo entero de expertos en la materia y si vienen de fueran (de Alemania por ejemplo) mejor.
4. ¿No son capaces de colocar un simple cubo de plástico para impedir que la piedra reciba estas filtraciones? - No, es una idea costosa, compleja y cara. Esta descartada.
5. El técnico de patrimonio responsable de este y otros museos, ¿dónde está? - En el despacho rellenando hojas y hojas de ardua burocracia. Es más, ¿conoce la existencia de este museo entre tantos montones de papeles?
Disculpad mi sarcasmo en esta ocasión pero no me neguéis que no es de Tebeo (de Mortadelo y Filemón por lo menos). Necesitaba desahogarme con un poco de humor, aunque la situación no lo tenga (es más bien para llorar).
Mañana colgaré las fotos que hice a "escondidas" del daño que está sufriendo esta parte del museo. Digo a escondidas, porque no se permiten hacer fotos en las instalaciones ni tan siquiera sin flash (órdenes del técnico). ¿Tendrán algo que ocultar y por ello no quieren pruebas gráficas?
Un saludo.
Que tiempo tan feliz...2006 (Fotos: César)