Buenas tardes,
en diciembre de 2013 denunciamos por primera vez el estado de abandono y degradación de la alquería de la calle Beato Gaspar Bono (BRL tras nuestras alegaciones en el PEP del Botànic). Tras aplicar el silencio administrativo, algo habitual en las administraciones públicas, acudimos al Síndic de Greuges, quien emitió unas recomendaciones en agosto de 2014, dirigidas al Ayuntamiento de Valencia, en la que le recordaba que ante el incumplimiento del deber legal de conservación del bien de interés cultural, debía adoptar todas las medidas legales a su alcance para evitar el derrumbe del inmueble y lograr su rehabilitación.
A raíz de esta primera recomendación, se adoptaron las medidas precautorias, obligatorias por LEY, finalizando las obras en marzo de 2015, con el anterior equipo de gobierno. Desde esa fecha no hemos tenido ninguna noticia más sobre el proyecto de rehabilitación y puesta en valor. El Ayuntamiento de Valencia ha dejado pasar cuatro años sin invertir y destinar las partidas presupuestarias necesarias para tales efectos.
Por nuestra parte, dejamos el expediente totalmente aparcado a la espera de que el Ayuntamiento de Valencia, a través de la concejalía competente, actuara de motu propio e iniciara las obras sin necesidad de decirles nada ni reabrir la queja. Pero como podréis comprobar, el caso de la Alquería de la calle Beato Gaspar Bono es un buen ejemplo de lo que sucede cuando los ciudadanos y las asociaciones no están constantemente encima de las administraciones públicas en las cuestiones patrimoniales: no hacen correctamente y de modo diligente su trabajo.
En este punto, cabe recordar que es el propio Ayuntamiento de Valencia quien reconoce en la ficha del BRL que "el conjunto de halla en mal estado de conservación, y aunque recientemente se han realizado labores de limpieza, apuntalamiento y refuerzos por parte de los Servicios Municipales, que pueden ralentizar la degradación, los problemas en cubiertas, humedades, partes derrumbadas y numerosas grietas en la estructura amenazan la estabilidad y conservación de este bien de gran valor patrimonial". DE ESTAS DECLARACIONES SE EXTRAE QUE HAY UNA SERIE DE PROBLEMAS, DAÑOS, DERRUMBES Y GRIETAS QUE PONEN EN PELIGRO LA INTEGRIDAD Y ESTRUCTURA DE ESTE BIEN. Por ende, siguen sin adoptarse las medidas legales para evitar el derrumbe de la alquería y tampoco se ha logrado su rehabilitación en más de cuatro años y medio.
A todo esto hay que añadir que el exterior de esta alquería está lleno de pintadas en el muro, cosa que podría ser constitutiva de un delito penal contra el patrimonio cultural al tratarse de un bien protegido. Además, y de forma ilegal, se está permitiendo el aparcamiento de vehículos pegados a la fachada recayente a la calle y dentro del entorno de protección del BIC del Botànic. En caso de incendio, al igual que puede pasar con las alquerías de la calle Olba, se pondría en riesgo la integridad del edificio de forma imprudente y negligente.
Desafortunadamente, y como viene siendo costumbre, nuestra asociación es la que está realizando las labores de visura, vigilancia, inspección y denuncia, a pesar de que son TAREAS QUE CORRESPONDEN EN PRIMERA INSTANCIA a las administraciones públicas valencianas con competencias en la materia. Igualmente, corresponde al propietario de dicho inmueble, de titularidad municipal, mantenerlo en las condiciones óptimas, propias y necesarias que marca la legislación vigente en materia de patrimonio cultural y urbanismo sin necesidad de estar comunicándoselo de forma continuada y de tener que actuar exclusivamente sólo cuando se le denuncia, incumpliendo sus obligaciones legales el resto del tiempo puesto que nadie se está ocupando de conocer la integridad real en la que se encuentra el citado bien.
Por todo ello, el Síndic de Greuges ha vuelto a estimar que, en cumplimiento de su anterior recomendación emitida con fecha 29/08/2014, el Ayuntamiento de Valencia adopte todas las medidas que sean necesarias para evitar el progresivo deterioro y la destrucción de este bien de relevancia local.
Esperemos que no haya que está abriendo más este expediente y que de cara a 2020 se rehabilite y se ponga en valor esta alquería.
Un saludo...
A raíz de esta primera recomendación, se adoptaron las medidas precautorias, obligatorias por LEY, finalizando las obras en marzo de 2015, con el anterior equipo de gobierno. Desde esa fecha no hemos tenido ninguna noticia más sobre el proyecto de rehabilitación y puesta en valor. El Ayuntamiento de Valencia ha dejado pasar cuatro años sin invertir y destinar las partidas presupuestarias necesarias para tales efectos.
Por nuestra parte, dejamos el expediente totalmente aparcado a la espera de que el Ayuntamiento de Valencia, a través de la concejalía competente, actuara de motu propio e iniciara las obras sin necesidad de decirles nada ni reabrir la queja. Pero como podréis comprobar, el caso de la Alquería de la calle Beato Gaspar Bono es un buen ejemplo de lo que sucede cuando los ciudadanos y las asociaciones no están constantemente encima de las administraciones públicas en las cuestiones patrimoniales: no hacen correctamente y de modo diligente su trabajo.
En este punto, cabe recordar que es el propio Ayuntamiento de Valencia quien reconoce en la ficha del BRL que "el conjunto de halla en mal estado de conservación, y aunque recientemente se han realizado labores de limpieza, apuntalamiento y refuerzos por parte de los Servicios Municipales, que pueden ralentizar la degradación, los problemas en cubiertas, humedades, partes derrumbadas y numerosas grietas en la estructura amenazan la estabilidad y conservación de este bien de gran valor patrimonial". DE ESTAS DECLARACIONES SE EXTRAE QUE HAY UNA SERIE DE PROBLEMAS, DAÑOS, DERRUMBES Y GRIETAS QUE PONEN EN PELIGRO LA INTEGRIDAD Y ESTRUCTURA DE ESTE BIEN. Por ende, siguen sin adoptarse las medidas legales para evitar el derrumbe de la alquería y tampoco se ha logrado su rehabilitación en más de cuatro años y medio.
A todo esto hay que añadir que el exterior de esta alquería está lleno de pintadas en el muro, cosa que podría ser constitutiva de un delito penal contra el patrimonio cultural al tratarse de un bien protegido. Además, y de forma ilegal, se está permitiendo el aparcamiento de vehículos pegados a la fachada recayente a la calle y dentro del entorno de protección del BIC del Botànic. En caso de incendio, al igual que puede pasar con las alquerías de la calle Olba, se pondría en riesgo la integridad del edificio de forma imprudente y negligente.
Desafortunadamente, y como viene siendo costumbre, nuestra asociación es la que está realizando las labores de visura, vigilancia, inspección y denuncia, a pesar de que son TAREAS QUE CORRESPONDEN EN PRIMERA INSTANCIA a las administraciones públicas valencianas con competencias en la materia. Igualmente, corresponde al propietario de dicho inmueble, de titularidad municipal, mantenerlo en las condiciones óptimas, propias y necesarias que marca la legislación vigente en materia de patrimonio cultural y urbanismo sin necesidad de estar comunicándoselo de forma continuada y de tener que actuar exclusivamente sólo cuando se le denuncia, incumpliendo sus obligaciones legales el resto del tiempo puesto que nadie se está ocupando de conocer la integridad real en la que se encuentra el citado bien.
Por todo ello, el Síndic de Greuges ha vuelto a estimar que, en cumplimiento de su anterior recomendación emitida con fecha 29/08/2014, el Ayuntamiento de Valencia adopte todas las medidas que sean necesarias para evitar el progresivo deterioro y la destrucción de este bien de relevancia local.
Esperemos que no haya que está abriendo más este expediente y que de cara a 2020 se rehabilite y se ponga en valor esta alquería.
Un saludo...