los gamberros vuelven a la carga. Como ya sabéis, las Torre de Quart siguen presentando sendos graffitis en sus muros y ahora, para no ser menos, los vándalos del patrimonio y aquellos que se lo consienten han graffiteado una de las puertas de madera de las Torres de Serranos (puertas originales del siglo XIV). A ello se le une el paño del escudo de Valencia que desaparición en Octubre y que no ha sido repuesto todavía. ¿Qué será lo siguiente?
También el puente de la Trinidad, restaurado no hace mucho (y todavía sin aclarar el uso o no de sus escaleras) ha sido objeto de los desaprensivos que pintarrajean una y otra vez nuestro patrimonio. Valencia se ha convertido en una ciudad sin ley. Una barra libre para destrozar los monumentos, estatuas y cualquier otro elemento urbano digno de ello.
Pero lo peor de todo esto no son estos mamarrachos descerebrados que agreden continuamente nuestro patrimonio cultural, sino aquellos que pudiendo remediar este problema miran hacía otro lado y se despreocupan del mismo. ¡Que gran pecado!
¿A qué esperan para actuar nuestros políticos?
A este paso no ganaremos para disgustos.
Graffiti "adornando" la puerta (¿Por cuánto tiempo?)
Los reyes del puente: Los graffitis
(Fotografías cortesía de los Jóvenes Socialistas del País Valenciano)
El Ayuntamiento de Rita Barberá se vanagloria de forma pública y oficial que protege el Patrimonio Cultural a través de un libro... y a la hora de la verdad cada vez hay más evidencias visibles y reales del abandono, degradación e indolencia institucional. ¿A quién pretende engañar el Ayuntamiento con sus campañas publicitarias y sus libelos carísimos? Después viene y nos quiere vender la moto de un nuevo museo en Velluters, sin olvidar la construcción de un Nou Pont de Fusta... Por favor: menos museos y menos puentes. Antes hay que atender el Patrimonio Cultural en peligro e invertir en rehabilitación. Menos improvisación, menos derroche y mucha mayor protección, vigilancia, difusión y esmero.
ResponderEliminarCercle Obert de Benicalap
El Ayuntamiento de Valencia y la Dirección General de Patrimonio Cultural tienen muchas asignaturas y compromisos pendientes.
Las entidades cívicas y los ciudadanos comprometidos seguiremos refrescando la memoria a unos personajes que tienen importantes y crónicos olvidos. Menos mal que tenemos las hemerotecas, para dejar con el culo al aire a los que llevan 20 años ocupando el poder en el Ayuntamiento de Valencia