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La alquería de Serra. Revista Benimaclet nº53 (Associació Veïnal de Benimaclet)

La alquería de Serra, situada en Benimaclet al lado del cementerio, se alza majestuosa rodeada por la huerta que ha sobrevivido al envite del urbanismo que se abrió paso con la Ronda Norte, partiendo en dos los campos de cultivo y sustituyéndolos por asfalto. Aparece documentada por primera vez en 1694, cuando el jesuita Francisco Antonio Cassaus levantó un plano de la Particular Contribución de Valencia, el territorio que rodeaba a la ciudad y sobre el que ésta ejercía la jurisdicción suprema. Este plano fue editado un año después por Ascensi Duart.

A la alquería se puede acceder por varios caminos, bien desde el camí de les Fonts, pasando por delante  del cementerio o a través de la Ronda Norte, o bien con la bicicleta, circulando por la antigua vía Churra. Una vez en el cruce de estos dos caminos, basta coger la calle Alquería de Serra para girar a la izquierda unos metros más adelante siguiendo el rótulo de cerámica que indica la calle de Entrada de Alquería de Serra.

Tapado por la frondosa vegetación, palmeras, arbustos y cachivaches varios, se puede ver el cuerpo y la fachada principal de la alquería, que dispone de una puerta de acceso, con un arco carpanel muy mal conservado, justo en el centro. El cuerpo principal es de planta rectangular, desconociendo si se trata de una sola crujía de grandes dimensiones o de dos, al no haber podido acceder al interior para comprobarlo y no constar esta información en la ficha del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Naturaleza Rural del Ayuntamiento de Valencia.

Este cuerpo principal, con tres niveles de huecos y dos plantas, dispone de una cubierta de teja a un agua que vierte a la fachada principal. La vivienda en sí se sitúa en la planta baja, y en la superior se encuentra un andén con dos niveles de huecos para facilitar la ventilación de las cosechas, antaño para el cultivo del gusano de seda. En la parte posterior del edificio hay un patio completamente cerrado por un muro de tapia y con cuatro construcciones anexas, algunas de ellas ya desaparecidas, como puede comprobarse en Google Maps. Además, en el entorno de este conjunto rural aparecen identificadas otras dos construcciones o casas anexas con tejados a dos aguas. 

Este valioso conjunto rural está catalogado como Bien de Relevancia Local (BRL) con categoría de Espacio Etnológico de Interés Local (EEIL). Sin embargo, esto no ha impedido que durante lustros haya permanecido abandonado y en constante degradación. Desde nuestra asociación llevamos ya cinco años, desde diciembre de 2013, con un expediente abierto con el Ayuntamiento de Valencia y que cuenta ya con cuatro recomendaciones del Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, y con una quinta en camino. Tanto los propietarios como el Ayuntamiento, que sigue sin cumplir con sus funciones in vigilando y con las obligaciones que vienen marcadas y detalladas en la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano y en la Ley 5/2014, de 25 de julio, de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, de la Comunitat Valenciana (LOTUP), son los máximos responsables del estado en el que se encuentra esta alquería.

Las respuestas ofrecidas por todos los implicados, sumado a las dilaciones, pretextos, excusas, ocupaciones, etc. juegan en contra de la integridad de la alquería de Serra. Si esto continúa por más tiempo así, tendremos que lamentar el desplome parcial o total de este bien por no haber actuado en tiempo y forma. En este último año ya hemos tenido más que suficiente con la caída de una de las edificaciones pertenecientes a la alquería del Moro (BIC), de un muro de los Silos de Burjassot (BIC) o de parte de una de las alquerías de San Lorenzo (BRL). No permitiremos que se le esté echando la culpa a la lluvia permanentemente cuando los responsables tienen nombres y apellidos.

César Guardeño Gil
Presidente de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural


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