Hola de nuevo,
el muro de Monforte sigue dando vueltas y seguirá siendo tema de polémica para rato. Parece ser que ahora la intención del Ayuntamiento es salvar el tramo recayente a la plaza de la Legión Española, donde, según ellos, hay mayor valor patrimonial y menos arbolado.
Las voces críticas siguen surgiendo por doquier. Muchos expertos siguen apostando por no tocar ninguna piedra del muro de cierre del jardín, buscando otras soluciones para salvar a los árboles enfermos o en peligro. Solución que no gusta al resto de los expertos que ven como única salida de salvación a los ejemplares enfermos derribarlo parcial o totalmente.
Seguiremos informándoos...
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El jardín de Monforte conservará la parte del muro recayente a la plaza Legión Española porque es la de mayor valor histórico y donde hay menos arbolado. Este es el proyecto con el que se conseguirán preservar los árboles enfermos del histórico jardín.
El Ayuntamiento ya tenía previsto salvar parte del muro, una medida que coincide con la recomendación realizada por el Consell Valencià de Cultura en el informe que aprobó el pasado 24 de noviembre.
El proyecto contempla liberar la parte del muro colindante a la calle Monforte y donde se concentran los árboles más altos y los que tienen más problemas para mantenerse con vida. El objetivo será colocar una verja similar a la del jardín de Viveros para conseguir que revivan y tengan el oxígeno los enfermos árboles.
Los técnicos de la concejalía de Medio Ambiente han trabajado conjuntamente con los de Urbanismo para conocer el verdadero problema de los históricos árboles que ya puso de manifiesto el presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, en 2008.
El Ayuntamiento necesitaba el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio porque el jardín está reconocido como Bien de Interés Cultural por sus valores patrimoniales y por tanto toda actuación que se realizara necesiba estar avalada por el Consell.
Cultura aceptó la retirada del muro y el Ayuntamiento ya tiene el proyecto redactado y encima de la mesa para llevarlo a cabo.
El profesor paisajista de la Universidad Politécnica, José Luis Ballester-Olmos, también advirtió de que era esencial retirar el muro para salvar la vida de los árboles, pero también puntualizó que se debería dejar como testimonio parte del muro en recuerdo del pasado y de lo que fuera el palacio de la condesa de Ripalda. «Se debería dejar una parte y de igual forma sustituir el acceso al jardín y ubicarlo en la calle Monforte», añadió el profesor de la Universidad Politécnica.
Aunque el Ayuntamiento, el Consell y los expertos defienden esta opción como única forma de salvar a los árboles, hay otros muchos otros expertos que no están de acuerdo y rechazan con rotundidad que se elimine el muro, ya sea parcial o totalmente. «Tocar aunque solo sea su muro de cierre es un delito, la historia lo es porque ya no se puede cambiar, los Jardines de Monforte son nuestra historia». Este es uno de tantos comentarios de espontáneos y expertos que no están de acuerdo con la decisión municipal y ya han levantado la voz para que se les oiga y no piensan ceder en su intento.
El escritor Pedro J. de la Peña publicaba hace unos días en LAS PROVINCIAS su negativa a la destrucción de esta zona amurallada. «¡Qué barbaridad! En una zona en la que han desaparecido edificios de la exposición de 1909, se han derribado los chalets de la ciudad de los periodistas o ha caído el neogótico palacio de Ripalda ¿se va a derribar también un vestigio de tanto aprecio y tanta dignidad como el muro de Monforte?», expresaba el escritor en su artículo en defensa del muro.
Incluso, las voces en contra llegaban más lejos y aseguraban que la verja no lograría salvar a los árboles porque ya estaban enfermos. Aducían como la principal causa la construcción del aparcamiento subterráneo que se ejecutó junto al jardín. Ya son varios los expertos que sostienen que durante la obra del aparcamiento se cortaron las raíces de los ejemplares y su salud fue empeorando paulatinamente.
En el informe del Consell Valencià de Cultura se advertía del empeoramiento de los ejemplares. «El aspecto envejecido de algunos árboles se debe a la presencia de hongos y además los árboles no pueden ser sustituidos por otros porque la contaminación del suelo del jardín es extrema», queda reflejado en el informe del CVC.
La colocación de una verja que rodee el jardín se realizará en los próximos meses.
El Ayuntamiento ya tenía previsto salvar parte del muro, una medida que coincide con la recomendación realizada por el Consell Valencià de Cultura en el informe que aprobó el pasado 24 de noviembre.
El proyecto contempla liberar la parte del muro colindante a la calle Monforte y donde se concentran los árboles más altos y los que tienen más problemas para mantenerse con vida. El objetivo será colocar una verja similar a la del jardín de Viveros para conseguir que revivan y tengan el oxígeno los enfermos árboles.
Los técnicos de la concejalía de Medio Ambiente han trabajado conjuntamente con los de Urbanismo para conocer el verdadero problema de los históricos árboles que ya puso de manifiesto el presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, en 2008.
El Ayuntamiento necesitaba el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio porque el jardín está reconocido como Bien de Interés Cultural por sus valores patrimoniales y por tanto toda actuación que se realizara necesiba estar avalada por el Consell.
Cultura aceptó la retirada del muro y el Ayuntamiento ya tiene el proyecto redactado y encima de la mesa para llevarlo a cabo.
El profesor paisajista de la Universidad Politécnica, José Luis Ballester-Olmos, también advirtió de que era esencial retirar el muro para salvar la vida de los árboles, pero también puntualizó que se debería dejar como testimonio parte del muro en recuerdo del pasado y de lo que fuera el palacio de la condesa de Ripalda. «Se debería dejar una parte y de igual forma sustituir el acceso al jardín y ubicarlo en la calle Monforte», añadió el profesor de la Universidad Politécnica.
Aunque el Ayuntamiento, el Consell y los expertos defienden esta opción como única forma de salvar a los árboles, hay otros muchos otros expertos que no están de acuerdo y rechazan con rotundidad que se elimine el muro, ya sea parcial o totalmente. «Tocar aunque solo sea su muro de cierre es un delito, la historia lo es porque ya no se puede cambiar, los Jardines de Monforte son nuestra historia». Este es uno de tantos comentarios de espontáneos y expertos que no están de acuerdo con la decisión municipal y ya han levantado la voz para que se les oiga y no piensan ceder en su intento.
El escritor Pedro J. de la Peña publicaba hace unos días en LAS PROVINCIAS su negativa a la destrucción de esta zona amurallada. «¡Qué barbaridad! En una zona en la que han desaparecido edificios de la exposición de 1909, se han derribado los chalets de la ciudad de los periodistas o ha caído el neogótico palacio de Ripalda ¿se va a derribar también un vestigio de tanto aprecio y tanta dignidad como el muro de Monforte?», expresaba el escritor en su artículo en defensa del muro.
Incluso, las voces en contra llegaban más lejos y aseguraban que la verja no lograría salvar a los árboles porque ya estaban enfermos. Aducían como la principal causa la construcción del aparcamiento subterráneo que se ejecutó junto al jardín. Ya son varios los expertos que sostienen que durante la obra del aparcamiento se cortaron las raíces de los ejemplares y su salud fue empeorando paulatinamente.
En el informe del Consell Valencià de Cultura se advertía del empeoramiento de los ejemplares. «El aspecto envejecido de algunos árboles se debe a la presencia de hongos y además los árboles no pueden ser sustituidos por otros porque la contaminación del suelo del jardín es extrema», queda reflejado en el informe del CVC.
La colocación de una verja que rodee el jardín se realizará en los próximos meses.
Fuente: Las Provincias