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jueves

La reparación de daños y de pintadas delictivas en el Palau de la Generalitat nos cuestan más de 22.000€

Buenas tardes,

La Generalitat Valenciana ha tenido que invertir un total de 22.496,20€, IVA incluido, tras la ejecución de los trabajos complementarios de sustitución de cristales rotos o dañados, restauración de las fachadas de piedra del Palau, retirada de pintura, huevos, chocolate o barro, entre otros, limpieza y restauración de carpintería y zona de afección en puertas y ventanas, trabajos de sustitución de cristales en ventanas de la calle Bailia, atacados con ácido, incluyendo la valoración de los trabajos patrimoniales recogidos en la memoria antes referida, el coste total de los trabajos necesarios para el restablecimiento de las condiciones previas a actos vandálicos y delictivos perpetrados tras la manifestación del pasado 9 de noviembre de 2024.

Esto es lo que nos ha costado su restauración tras el ataque contra este BIC, justificado por algunos bajo el paraguas de la "falacia del falso dilema", y sobre el que no se han querido pronunciar los diferentes grupos políticos, ni del Ayuntamiento de Valencia, ni de Les Corts Valencianes.

https://conocevalenciapaseando.blogspot.com/2024/11/el-patrimonio-cultural-valencia-y-la.html

Ayer conocimos los detalles, después de que solicitáramos el 14 de diciembre de 2024, vía Transparència, el proyecto de limpieza de las pintadas delictivas y de la eliminación de barro en las fachadas del Palau de la Generalitat Valenciana (BIC), así como de los diferentes daños causados durante la celebración de las manifestaciones de los días 9 y del 30 de noviembre de 2024; y el coste económico total de limpieza de las pintadas delictivas y de la eliminación de barro en las fachadas del Palau de la Generalitat Valenciana (BIC), así como de los diferentes daños causados durante la celebración de estas manifestaciones.

La empresa encargada de la limpieza y restauración de los daños, realizó una propuesta de tratamiento de limpieza, en el que estima en 23m2, aproximadamente, la superficie de los agravios ocasionados sobre la piedra del monumento.

El presente protocolo de intervención se ha basado en técnicas de limpieza mecánico-manuales y químicas para la eliminación de grafitis, respetando los principios de mínima intervención, compatibilidad y reversibilidad que guían la conservación y restauración de bienes culturales. La metodología de limpieza ha sido determinada mediante catas previas, en las que se aplicaron diversos disolventes de manera secuencial. Este proceso de observación y análisis permite definir el tratamiento óptimo, específico y respetuoso con las características originales del soporte.

Las catas se han realizado en las tres áreas principales afectadas por grafitis, empleando los disolventes en el siguiente orden y con métodos de aplicación, principalmente mediante hisopo:

1. Agua tibia: aplicada mediante esponja o hisopo, dependiendo según la porosidad de la superficie.

2. Alcohol etílico puro.

3. Mezcla de agua y acetona pura en proporción 1:1.

4. Acetona pura.

5. C2000 del 2 al 5%v, seguido de la eliminación de residuos mediante enjuague con agua.

6. Tween 20 al 3%, con tiempos de exposición controlado y retirando los residuos con acetona.

Dado que la superficie pétrea presenta una porosidad variable en distintas zonas, la técnica de aplicación de los disolventes se debe adaptar a estas morfologías. Si bien el hisopo es el método de aplicación principal, en áreas de mayor porosidad se recomienda el uso de esponjas y geles. Estos permiten una acción más prolongada y localizada, al facilitar un contacto controlado del producto en las zonas necesarias.

En aquellos puntos en los que la limpieza necesaria para eliminar la película pictórica del grafiti, altere la pátina de suciedad y envejecimiento natural de los paramentos, se deberá actuar a posteriori con una reintegración pictórica controlada a base de resina acrílica tipo ACRIL 33 al 5% en agua desmineralizada y pigmentos minerales con el fin de homogeneizar el aspecto del conjunto y mantener una lectura coherente y lineal.

Tras lo observado durante la realización de las catas de limpieza se puede determinar que en las zonas donde se encuentra la pintura roja se deberá aplicar acetona pura o acetona con agua desmineralizada o gelificada en las zonas más porosa de la piedra.

Donde los grafitis son de color pardo se deberá aplicar agua tibia para retirarlo correctamente, ya que se trata de un material orgánico que por el color, olor y textura se puede determinar que podría ser en ocasiones barro y en otras chocolate.

Por último, en los casos donde se elimine la pátina se reintegrará cromáticamente para restablecer la uniformidad visual de la superficie, respetando su envejecimiento natural y recuperando el aspecto estético original de la piedra.

En el pdf que hemos recibido, la Generalitat ha intentado ocultar, de manera chapucera, el nombre de la mercantil y de los restauradores que han realizado la intervención. El documento no tiene ningún tipo de restricción, contraseña, ni protección y editándolo, se puede eliminar el recuadro negro que han colocado, de manera torticera, encima de estos nombres, apareciendo los datos que se han intentado ocultar.

Por ello, hemos dado traslado de la misma al Síndic de Greuges, pues esta institución ya recordó que la protección de las personas físicas en relación con el tratamiento de datos personales es un derecho fundamental protegido por el artículo 18.4 de la Constitución española. Este derecho no se aplica a los datos de las personas jurídicas, y por lo tanto la Generalitat no debería ocultar estos datos, máxime cuando la restauración se está pagando con dinero público. 

Además, si este es el cuidado y la profesionalidad que muestran a la hora de proteger los supuestos “datos de carácter personal”, los ciudadanos deberíamos de estar preocupados cuando esta administración pública deba proteger, de verdad, aquellos datos que si que sean susceptibles de ser protegidos por el artículo 18.4 de la Constitución española.

Un saludo...

El Patrimonio Cultural Valenciano y la falacia del falso dilema

Buenos días,

La falacia del falso dilema es aquella que presenta únicamente dos opciones o puntos de vista de una cuestión o problema, cuando en realidad hay más complejidades. Esta falacia suele ser usada para excluir otras opciones a propósito con el fin de distorsionar un argumento y justificar ciertas acciones, como la que sucedió hace unos días, cuando se realizaron pintadas delictivas en las fachadas de un edificio protegido patrimonialmente, como lo es el Palau de la Generalitat (BIC).

El pasado sábado 9 de octubre se celebró en la ciudad Valencia una más que justificada y multitudinaria manifestación contra la nefasta, la negligente y la desastrosa gestión de la DANA que el 29 de octubre causó una catástrofe sin precedentes y que se llevó por delante la vida de más de doscientas personas, además de numerosos daños materiales en más de setenta municipios de la Provincia de Valencia.

Durante la celebración de esta manifestación, un grupo numeroso de manifestantes se concentró en torno al edificio del Palau de la Generalitat Valenciana para mostrar su indignación, su rabia y su dolor por todo lo sucedido. Delante de la puerta principal, se dejaron las botas llenas de barro de aquellas personas que han estado en la zona 0 de la catástrofe, ayudando a los damnificados y limpiando las calles. También se colocaron carteles de protesta contra la pésima gestión del Consell y de sus máximos responsables, y algunas personas estamparon las huellas de sus manos, llenas de barro, en los muros y sillares del Palau.

Lamentablemente, algunos individuos consideraron que estaba más que justificado ir más allá y decidieron pintar con espray y con plantillas una serie de mensajes, contra algunos de los responsables de lo ocurrido, en los muros de un edificio protegido como Bien de Interés Cultural. 

Estos individuos decidieron que nuestro patrimonio cultural debía pagar por lo que había sucedido y por lo tanto estaban legitimados para usarlo como saco de boxeo para volcar su rabia, su ira, su indignación y su frustración. Se estaba justificando, abiertamente y de forma manifiesta, un delito contra el patrimonio cultural, tipificado en el artículo 323 del Código Penal usando para ello la falacia del falso dilema.

Una falacia que fue repetida insistentemente en la red social X (Twitter), diciendo, por ejemplo, que las piedras no eran más importantes que las personas; que cómo era posible que importara más un edificio que todas las personas que habían muerto; que los monumentos están para aguantar los daños de la historia; que todavía había pasado poco; que tenían que haberle pegado fuego al edificio; que el Palau era del pueblo y que podían hacer con él lo que quisieran; que eso se puede limpiar y arreglar pero los muertos no se recuperan; o que no había que decirles a las personas que habían visto morir a los suyos cómo debían canalizar su rabia, amén de un sinfín de insultos y opiniones irracionales y sin sentido, como invocar la toma de la Bastilla, la Revolución Francesa o a María Antonieta.

https://x.com/vicentbaydal/status/1855352330700603644

Cualquiera de estos argumentos es sumamente peligroso e irresponsable, pues pueden servir para justificar futuros ataques al patrimonio cultural valenciano, dañando o destruyendo una de nuestras señas de identidad como pueblo. Independientemente de que sean "sólo cuatro pintadas" o de que estas se puedan limpiar a posteriori "con agua y una Karcher". Y no, no se está valorando sólo el alcance de los daños. Esa no es la cuestión y quienes nos dedicamos al patrimonio cultural y a la restauración lo sabemos de sobra.

Igualmente, queremos dejar muy claro que el hecho de mostrar preocupación y estar a favor de la protección y de la salvaguarda del patrimonio cultural, denunciando este tipo de ataques, no esta reñido con otros asuntos, aunque estos puedan ser más o menos graves y trascendentes. Son cuestiones totalmente compatibles que no están confrontadas. Te pueden y te deben importar las vidas humanas, al igual que te puede importar tu patrimonio cultural. Por ello, este dilema entre el patrimonio o las personas, entre las piedras o las vidas humanas es totalmente falso y engañoso y se ha usado precisamente para justificar un acto injustificable y delictivo.

También es preciso recordar que el Palau de la Generalitat ni es propiedad del actual President, Carlos Mazón, ni lo ha sido, ni lo será de los anteriores y de los próximos presidentes, que sólo están ahí de manera temporal y provisional. El Palau pertenece al conjunto de los ciudadanos, como sociedad, y no debería ser objeto de estos ataques, al igual que el resto del patrimonio cultural de los valencianos. Es una línea roja que no deberíamos volver a cruzar.

Por último, quisiéramos hacer hincapié en el significativo y atronador silencio, en las redes sociales, de los grupos políticos de la oposición, a nivel municipal y autonómico, y de sus responsables en las áreas de patrimonio y cultura. No hemos visto ningún tweet al respecto condenando este ataque innecesario e injustificado a nuestro patrimonio cultural, cuando por otros problemas patrimoniales menos graves se han rasgado las vestiduras, han publicado artículos en prensa, etc. y lo han utilizado para ir con machete y embestir al rival político. Es digno de analizar y de estudio esta actitud cobarde y distante con un patrimonio cultural que es de todos y de cada uno de los valencianos. Quizás no han querido recibir el aluvión de insultos y de ataques que han recibido en las redes sociales los colectivos y las personas que hemos condenado y condenamos estos comportamientos delictivos que NUNCA pueden justificarse con una falacia del falso dilema.

Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural