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La brigada contra el patrimonio amenazado

LA BRIGADA CONTRA EL PATRIMONIO AMENAZADO

Son solo cinco personas pero sus continuas denuncias han obligado al Síndic de Greuges a abrir en tres años 58 expedientes por el deterioro de alquerías, palacios y monumentos.

22.03.2015 | LEVANTE-EMV - HORTENSIA GARCÍA | VALENCIA 


El Círculo por la Defensa del Patrimonio se ha convertido pese a sus limitados medios en el azote del ayuntamiento y la Conselleria de Cultura por el abandono del patrimonio histórico. El argumento de que en tiempos de crisis los monumentos y alquerías no son prioritarios es para ellos solo una excusa.

El Círculo por la Defensa del Patrimonio, una minúscula asociación formada por cinco personas, se ha convertido en tres años desde su creación en el azote de la Administración pública por el abandono del patrimonio histórico. Así lo avalan los 58 expedientes que tiene abiertos el Síndic de Greuges a instancias del colectivo que preside César Guardeño, quien asegura que el argumento de que en tiempos de crisis la prioridad son los ciudadanos no es creíble porque en tiempos de vacas gordas tampoco se invirtió suficiente. La asociación surgió a raíz de la «sensibilidad y la preocupación por la situación del patrimonio histórico de la ciudad». Tanto Guardeño como el vicepresidente, Esteban Longares, y la secretaria, Talía Martínez, son licenciados en Historia del Arte y por su trabajo como guías turísticos se conocen al dedillo la ciudad, sus monumentos, iglesias, palacios y alquerías. Durante años denunciaban por escrito en los registros de entrada de las administraciones las deficiencias que detectaban. Las denuncias de estos guardianes del patrimonio caían en saco roto en el limbo burocrático de la Administración.

El Círculo por la Defensa del Patrimonio cuenta con el asesoramiento como vocal de Antonio Marín Segovia, el que fue presidente de Cercle Obert, durante años un activo colectivo en defensa del patrimonio surgido en el barrio de Benicalap y en cuyo haber se incluye la denuncia ante la Fiscalía por la permuta del solar municipal de Corts Valencianes al Valencia CF y la imputación y juicio al ex concejal y actual portavoz del PP en las Corts, Jorge Bellver, por las obras de un aparcamiento junto al jardín de Monforte.

Fue precisamente Marín Segovia, cuyo hijo (Isacar Marín) es el tesorero y quinto miembro del Círculo por el Patrimonio, quien mostró a este colectivo los resortes que debía accionar para lograr que las denuncias por el abandono del patrimonio tuvieran eco. Así se inició el camino de las quejas ante el Síndic de Greuges y agotada esta vía las denuncias ante la Fiscalía.

La fábrica neomudéjar de la Ceramo, el refugio de la Guerra Civil de Serranos, las deficiencias en el museo arqueológico «de referencia» de la ciudad (L'Almoina), la degradación urbanística en el entorno de la muralla islámica, la alquería de la Torre, el Casino del Américano “la única villa indiana de Valencia”, el muro histórico de San Miguel de los Reyes y últimamente la batalla por la apertura al público de los quince monumentos y edificios declarados Bien de Interés Cultural (BIC), como el Palacete de Ayora, cerrados y sin régimen de visitas son algunos de los frentes abiertos por el Círculo por la Defensa del Patrimonio.

Sorprende la intensa actividad que mantiene este colectivo pese a lo limitado de sus medios. No reciben subvenciones, no tienen sede “se reunen en cualquier cafetería o casa particular” tampoco personal contratado y apenas tienen gastos de abogados porque su vía de denuncia es la de instar a la Fiscalía a investigar de oficio una vez agotada la vía del Síndic de Greuges. Con dos recomendaciones del Síndic incumplidas, ya podemos acudir a la Fiscalía, explica Guardeño. En esta situación está la alquería medieval del Moro, de titularidad municipal y en estado ruinoso.

Fuente: Levante-Emv

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