Buenos días,
Finalizadas las Fallas de 2025 toca hacer, nuevamente, un análisis y una reflexión de lo que ha pasado este año. Un año en el que se han vuelto a repetir errores del pasado, en el que ha habido un Bando Fallero huérfano, que nadie se ha ocupado de hacer cumplir convenientemente, pero en el que también se han solucionado buena parte de los problemas (que no todos) que afectaban directamente a algunos bienes patrimoniales del centro histórico.
Empezamos por la parte positiva, que ha sido la protección, mediante vallas, de muchos de los BIC y de algunos BRL donde ha habido problemas que llevaban siendo denunciados desde el año 2018. Una protección que ha sido insuficiente y debería mejorarse y extenderse a más bienes de la ciudad, viendo el comportamiento y la actitud de algunas personas que se han pasado el Bando Fallero por el Arco de Triunfo. La colocación de algunas de estas vallas no ha sido suficiente para que algunos individuos orinaran o tiraran petardos por encima de las mismas, como en el caso de les Covetes de Sant Joan (BIC). Seguimos echando en falta más presencia policial, más vigilancia y más sanciones contra los incívicos.
También positivo, pero con algunos peros, es la separación de WC portátiles de las áreas de protección libres de ocupación de los BIC y BRL. Durante la Crida, el propio Ayuntamiento de Valencia incumplió su Bando Fallero y colocó estos WC y altavoces pegados al pretil (BRL) y a las Torres de Serranos (BIC). Y al iniciar las Fallas, varios de estos WC fueron pegados también al pretil del Turia, y retirados tras nuestro aviso a los responsables del Servicio de Patrimonio Histórico, agradeciéndole desde nuestra asociación al concejal José Luís Moreno por su rápida respuesta y por solucionar los problemas planteados. No obstante, volvemos a comprobar que existe falta de comunicación entre servicios municipales, que siguen desconociendo o ignorando sus propio Bando Fallero.
La parte negativa vuelven a ser, por enésima vez, las verbenas, tardeos y saraos que se realizan en los entornos de protección de los BIC y de los BRL. Unas celebraciones que generan un efecto llamada descontrolado y que no deberían ser autorizadas por el Ayuntamiento de Valencia. Los dos ejemplos más claros han sido los celebrados en la plaza Ciudad de Brujas y en la plaza de San Sebastián. En el caso de la primera, asistieron un gran número de jóvenes a hacer botellón en la plaza, dejándola llena de basura, envases, etc. Esos mismos asistentes, orinaron en patios, portales, calles como Vieja de la Paja y Llutxent, esquinas y en el cercano jardín de Parcent. En el caso de la segunda, los vecinos denunciaron la situación en prensa, ante una celebración que, además de las molestias por ruidos, privatizó una plaza pública, cerrándola para los asistentes a la fiesta, en el entorno BIC de la iglesia de San Miguel y San Sebastián.
También muy negativo lo que ha sucedido en el jardín del antiguo Hospital General de Valencia (BIC). Además de quemarse una palmera, ha habido un uso y un abuso, descontrolado y sin vigilancia, de fuegos artificiales en todo el jardín. Han convertido este espacio protegido, otro año más, en un cohetódromo, con batallas con bengalas entre individuos y con niños y adultos tirando petardos a las columnas, a la puerta de entrada de antiguo hospital y a otros elementos protegidos.
En alguna de las imágenes que nos han pasado y que hemos realizado, uno de los niños tiraba los petardos a los fragmentos de columnas que hay colocados en estanterías metálicas, ante la atenta mirada de unos padres que le reían las gracias. En otros, los zagales metían sus petardos en los huecos y agujeros de los sillares de la puerta de entrada del antiguo Hospital General. Hay marcas muy claras de pólvora y quemaduras provocadas por inconscientes e incívicos, en muchos casos menores de edad que en presencia de sus padres se comportan así.
En definitiva y de cara al 2026, no deberían autorizarse ni tardeos, ni verbenas, ni saraos en los entornos BIC o BRL, independientemente de las distancias con los bienes. El efecto llamada es incontrolable y sólo atraerá gente con ganas de hacer botellón, orinar en las calles y mancharlo todo. Y no es cuestión de limpiar a posteriori. Es insostenible. Debería mejorarse y extenderse la protección de bienes y monumentos de la ciudad. Ha sido insuficiente para frenar la marabunta de personas que llegan a la ciudad durante esos días. Y por último, hace falta más presencia policial en los jardines históricos, con protección patrimonial, etc. para evitar lanzamientos indiscriminados de petardos que dañen el patrimonio y también acaben quemando árboles.
Sigue faltando educación, civismo y respeto, pero hay que ser realistas. No todo puede girar entorno a la buena "voluntad" de las personas o a la redacción de normas y Bandos Falleros que nadie cumple, porque no hay nadie velando por su cumplimiento. Faltan sanciones. Un lenguaje universal que marca los límites para aquellos que no quieren cumplir las normas porque "estamos en Fallas y es lo que hay". El Ayuntamiento de Valencia tiene un año para reconducir la situación y evitar que las Fallas sigan agonizando y terminen muriendo de "éxito".
Un saludo...