Buenas tardes blogger@s,
la ciudad de Valencia cuenta con uno de los mejores y más desaprovechados centros arqueológicos del territorio. El Centro Arqueológico de l'Almoina, situado en la actual Plaza Décimo Junio Bruto, e inaugurado a bombo y platillo en el año 2007. Tal fue su importancia, que en 2009 recibió el Premio Europeo al Segundo Mejor Museo del año (EMYA), al que se presentaron un total de 115 candidatos,
Lamentablemente, desde el primer minuto ha sido un espacio condenado al abandono y la degradación progresiva de sus instalaciones, empezando por el millar de problema que ha dado la dichosa lámina de agua que hay en la plaza. Y bien por falta de mantenimiento regular, por instalaciones probadamente defectuosas de fábrica o, simplemente, por desidia y falta de interés, camuflada eternamente con falta crónica y sistemática de fondos públicos y/o personal, los problemas se han ido repitiendo cíclicamente y han sido resueltos sólo de forma parcial y a base de parcheados. Lo de siempre, vamos.
En una ciudad como la nuestra, la cultura nunca ha sido un asunto importante y prioritario ni para este ni para ningún otro gobierno. Por más tweets, entradas en facebook y postureo, la realidad es bien distinta. Y la falta de dinero siempre ha estado presente como forma de intentar justificar lo injustificable y de intentar ocultar una realidad patente. La falta de gestión y de saber hacer de la gente que está al frente de las instituciones. Un círculo vicioso y nefasto del que seguimos sin salir.
Los responsables de la construcción del recinto empezaron el proyecto casi por inercia, pero sin pensar en el futuro y gastando el dinero como si no hubiera un mañana. Por eso, tenemos la firme convicción de que cuando se redactó el proyecto del Centro Arqueológico de l'Almoina no se pensó ni en el enorme coste que iba a suponer a la larga el mantenimiento de los audiovisuales y del resto de instalaciones, ni el el ridículo presupuesto con el que cuenta la Concejalía de Cultura, la más ninguneada y sin competencias de nuestro consistorio. Además, no sabemos si en todo este tiempo alguien se ha planteado seriamente que los aparatos que se rompen una y otra vez son defectuosos desde el principio. Por más que los arreglen y los reparen, a los seis meses dejan de funcionar. Y esto no es normal.
Esta misma mañana nos hemos dado una vuelta por el museo y hemos podido comprobar que en estos momentos hay unos 9 audiovisuales que no funcionan correctamente, además de filtraciones y goteras que están afectando a las instalaciones y suciedad por doquier de los tíquets, envoltorios, papeles y botellas que la gente incívica arroja en todos los rincones del recinto. Independientemente de esta gente guarra y maleducada, creo que una limpieza y mantenimiento regular ayudaría a mantener el buen aspecto de l'Almoina. No puede presentar esta apariencia de cara a los visitantes que se acercan día a día a conocerla.
De este paseo matutino puedo destacar a la gente que estaba visitándola y que tocaba una y otra vez los botones de las pantallas para escuchar y ver los vídeos. Pero estos o bien no funcionaban o bien sólo se escuchaba el audio pero no se veía la imagen. Todo eran caras de asombro y perplejidad. No entendían nada. Más de un turista se ha ido con mal sabor de boca tras pagar 2 euros y comprobar que la mitad de estos audiovisuales no funcionaban.
Nuestra asociación lleva años denunciando esta situación ante el Ayuntamiento de Valencia y ante el Síndic de Greuges. Durante este tiempo hemos conseguido que se reparen algunos de estos audiovisuales gracias a las dos recomendaciones del propio Síndic. Pero pasado el tiempo y ante la desidia crónica de las instituciones valencianas, nos toca volver de nuevo a la casilla de salida. Es como el día de la Marmota, pero a la valenciana.
Un saludo...
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