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El #10YearChallenge del patrimonio cultural valenciano: La alquería del Moro

Buenos días,

en nuestro particular #10YearChallenge del patrimonio cultural valenciano queremos mostraros una de las grandes joyas del patrimonio rural: la alquería del Moro (BIC). Un edificio que ha ocupado páginas y páginas de la prensa local y nacional debido a su abandono y degradación durante años y a las numerosas denuncias y recomendaciones del Síndic de Greuges para lograr su rehabilitación y puesta en valor.

Esta alquería está compuesta por varias construcciones y edificaciones tanto de titularidad pública como privada. La Casa del Señor, por ejemplo, es propiedad del Ayuntamiento de Valencia y en estos momentos se está procediendo a su rehabilitación integral.

Sin embargo, la parte privada sufrió el pasado mes de agosto un desplome que destruyó y daño la estructura superior de la misma, dejándola seriamente dañada y teniendo que ser apuntalada y desalojada para evitar males mayores.

En la fotografía de 2009, realizada por Tono Giménez, y en la realizada por la asociación en enero de este mismo año, se pueden apreciar las diferencias. En primer lugar por la presencia de andamios que envuelven la Casa del Señor, y en segundo lugar porque se puede apreciar la desaparición del cuerpo superior de la alquería de titularidad privada que está a la derecha de la imagen.

Nuestra asociación sigue esperando que todo el conjunto BIC pase a manos del Ayuntamiento de Valencia para proceder a su consolidación y recuperación. No podemos seguir permitiendo que los titulares de estos bienes continúen incumpliendo sus obligaciones y deberes con el patrimonio cultural valenciano. No podemos seguir perdiendo patrimonio de esta manera.

Un saludo...

El texto y las imágenes son propiedad de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural y de Tono Giménez, no permitiéndose su reproducción total o parcial sin citar las fuentes y a los autores originales al estar bajo licencia Creative Commons 3.0. Nuestra entidad no tiene ánimo de lucro, pero exige un mínimo de respeto y comportamiento ético y profesional a los medios de comunicación, partidos políticos, asociaciones cívicas, fundaciones… a la hora de apropiarse de nuestro trabajo y esfuerzo de años

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